La economía del Estado español está a un corto paso de solicitar el apoyo total de Bruselas para poder seguir adelante. En la sesión de ayer, el Ibex fue el fiel reflejo de que su financiación ha entrado en un callejón sin salida al hundirse de forma estrepitosa. El próximo lunes saldrá desde los 6.246,30 puntos, tras perder ayer un 5,82%, su peor balance diario en 2012. Aumenta su caída anual hasta el 27,08%. La contundencia de los descensos en París (-2,14%), Fráncfort (-1,90%) y Londres (-1,09%) fue inferior. Este revolcón, que afectó al conjunto de los valores, tenía una base amplia y sólida. La prima de riesgo alcanzó otro récord con 612 puntos y la rentabilidad del bono a diez años se fue hasta el 7,28%, niveles de no retorno para las vacías arcas públicas, tal como confesó el propio ministro de Economía, Cristóbal Montoro, al asegurar que no hay ya dinero para pagar los servicios públicos. Esta realidad se hizo ayer patente con la petición del rescate a Madrid por parte de la Comunidad Valenciana. Así las cosas, los dolorosos detalles recogidos en el memorando del rescate bancario solo fueron una piedra más en el camino de las negociaciones dentro del SIBE. Dentro del Ibex, hasta 20 firmas retrocedieron más de un 5%. La lista de caídas se abría una vez más con Bankia (-10,43%), seguida de FCC (-9,23%), aunque hizo más daño el derrumbe de los pesos pesados. Telefónica cedió un 7,44%, BBVA, un 7,80%, y Santander, un 7,32%. En París, también se notó el efecto del derrumbe del Ibex. Crédit Agricole (-6,35%), EDF (-5,65%) y BNP Paribas (-5,60%) acabaron al frente de los peores de la jornada.