Decenas de niños, muchos de ellos saharauis acogidos durante los meses de verano, dibujaron ayer sobre el arenal de La Concha un gigante «SOS Sahara». Junto a ellos estuvieron el alcalde de Donostia, Juan Karlos Izagirre -que calificó de «injusta la prolongación del conflicto» y resaltó el derecho de los saharauis a volver a su tierra- Patakon y Ane Pirata, de Irrien Lagunak, y representantes de Euskal Fondoa, organizadora de este acto para llamar la atención sobre la grave situación en los campamentos de refugiados de Tinduf, sobre todo, en esta temporada, en la que las temperaturas máximas llegan a los 50 grados, mientras las mínimas se quedan en 48. «El calor es insoportable. No puedes ni salir, ni hacer nada. Tampoco hay agua. El agua que llega a los campamentos proviene de Argelia, y eso que en nuestra tierra tenemos mar y recursos», denunció Buha Aduh, afincada en Donostia desde hace seis años, aunque toda su familia reside en Tinduf.

La ya de por sí precaria situación en los campamentos se ha visto últimamente agravada por la escasez de alimentos, que está provocando casos de anemia, principalmente, en menores y mujeres embarazadas, y otros problemas sanitarios derivados de una alimentación inadecuada. A ello ha contribuido el drástico recorte en las ayudas a la cooperación debido a la crisis económica, «si bien, en Euskal Herria todavía se mantienen, no así a nivel del Estado. La situación en Tinduf es caótica y lo triste es que parece que nos hemos acostumbrado a ello. Queremos aprovechar este tipo de actos -que hoy se repetirá en la playa de Zarautz y mañana en la Zumaia- para recordar que el conflicto sigue latente y que hay un pueblo a la espera de una solución», resaltó Maite Berzosa, de la Asociación de Amigos de Sahara de Donostia.

Además, una fuerte tormenta de arena causó el miércoles importantes destrozos en algunas zonas de los campamentos, como en la wilaya de Auserd, donde se vino abajo el tejado de la Casa de las Mujeres.

Antes de despedir a los medios que se acercaron hasta la haima instalada en La Concha, Aduh expresó en nombre de sus compatriotas un deseo; que el próximo encuentro sea frente al mar de El Aaiún, «la capital de nuestro Sahara».