Internacional
Unai Emery se estrena en la Liga rusa al frente del Spartak Moscú
J. VIVANCO
La cada vez más atractiva Russian Premier League echa a rodar el balón este fin de semana, muy abierta en la carrera por el título y por primera vez bajo los parámetros de un calendario occidentalizado. Otra novedad es que el límite de jugadores no-rusos sobre el campo vuelve a establecerse en 7 (hasta ahora era de 6). El enemigo a batir será el Zenit de San Petersburgo, con los históricos equipos moscovitas a su caza, y entre ellos el Spartak del guipuzcoano Unai Emery.
El vigente subcampeón es el equipo más popular, con la mejor academia de futbolistas del país y con el mayor número de títulos del fútbol ruso, con 12 entorchados de la antigua Unión Soviética y otros 9 de la actual Federación de Rusia. Al frente de este histórico ha llegado el extécnico del Valencia, recomendado por su predecesor en el cargo, el viejo conocido Valery Karpin -ambos coincidieron en la plantilla de la Real Sociedad de la temporada 1995-96-, que sigue siendo director general.
«Emery es uno de los tres entrenadores más vanguardistas de Europa. Es un éxito para el Spartak y la Russian Premier League. Queremos ver un Spartak competitivo en Rusia y en Europa. Me gusta el estilo del Valencia y quiero ver al Spartak hacer un fútbol agresivo», dijo Leonid Fedun, propietario del club capitalino en su presentación. El Spartak busca en él emular el impacto que el italiano Luciano Spalletti ha tenido en el campeón Zenith desde su llegada a finales de 2009.
A su cargo, Emery tiene una plantilla con futbolistas de primer nivel, como Mc Geady, Welliton, Emenike o Nico Pareja, y otros internacionales como De Zeeuw, Bilyaletdinov, Dikan o los gemelos Kombarov. El plazo de fichajes sigue abierto hasta finales de agosto y el Spartak, se dice, ha hecho una oferta de 12 millones al Villarreal por Bruno Soriano. Si llega, seguro que no será el único refuerzo para el de Hondarribia.