La Comisión de Ética de la Universidad de Bucarest aseguró ayer que una parte de la tesis doctoral sobre el Tribunal Penal Internacional elaborada por el primer ministro rumano, Victor Ponta, supone un plagio y «quiebra los principios de ética, integridad y buena conducta» propios de la actividad investigadora. Otro equipo de expertos, el encargado de certificar los títulos universitarios, concluyó en junio de 2012 que Ponta había plagiado gran parte del contenido de su tesis. El primer ministro respondió que ese organismo no tenía autoridad legal para cuestionar su trabajo y rechazó dimitir.