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La valorización de las peñas de Baiona, una asignatura pendiente

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Arantxa MANTEROLA | BAONA

Entre peñas y asociaciones, unos ochenta colectivos de todo tipo abren sus locales o casemates durante el periodo festivo. Enfrascados en su actividad privada -principalmente lúdica- , la mayoría son prácticamente invisibles durante el resto del año. Las hay de carácter deportivo, taurino, gastronómico, cultural y también solidario.

Las fiestas son la mejor ocasión para colarse en ellas, aunque en algunas es más complicado que en otras. Y es que es mejor tener una buena cartera para tomarse las copas de champagne (por supuesto, de cristal), bebida que se sirve principalmente en las más chic. Además, suelen tener porteros para controlar que la clientela viste «correctamente» y recuperar las copas y vasos a su salida. Las peñas Jamón-Jamón, Bayonne Plage y Archiball son algunas de las más elitistas y en ellas se dan cita los notables de la ciudad y alrededores.

Otras son más populares y durante los días de fiesta suelen ofrecer menús y abren la barra a públicos de todo tipo, aunque la camisa blanca que lleven no esté impoluta. En Euskaldunen karrika hay bastantes, por ejemplo, la peña Los Yayayos (diablillos, según manifiesta uno de sus miembros). Una cuadrilla de aficionados al rugby la fundó hace unos veinte años y, aparte de las fiestas, su actividad es privada, aunque alguna vez han participado en la organización de un derby en favor de la lucha contra el cáncer.

Cerca de su local, la asociación Eman'Isa intenta hacer la mayor caja posible para financiar un proyecto de escuela en Ouzioini (islas Comores). Siguiendo la costumbre del establecimiento, medio centenar de alumnos de la última promoción de la escuela de Ingeniería ISA-BTP de Angelu va a realizar el proyecto humanitario en todos los aspectos, desde la concepción a la financiación y construcción.

Veteranas y recientes

Están las veteranas, muy activas en el desarrollo de determinados eventos, como Tipitapa, que lleva veinte años acarreando a la corte del rey León, los gigantes confeccionados en 1986 por Zahakin y Or Konpon. Esta última, como el Aviron Bayonnais, Pachac'OR, Pottoroak o la Peña Taurina entrarían en la categoría de «históricas».

Ibailade, Orai Bat, Errobi Kanta y Baiona Kantuz son otras de las asociaciones cuya labor ha hecho que la cultura vasca y el euskara estén cada vez más presentes en las fiestas bayonesas.

Alguna de reciente creación como Borroka 64 también organiza desde hace dos años exhibiciones de euskal borroka, una práctica ancestral recuperada y a la que, tras un trabajo de documentación histórica en colaboración con la universidad de Gasteiz, han dotado de un reglamento actualizado.

Label propio

La idea sería «elaborar una carta en base a la cual las peñas se comprometiesen a participar por lo menos en un evento durante el año y a sensibilizarlas para acoger al público en condiciones».

La Agrupación está estudiando la creación de un «label peña» para las fiestas del año que viene. En él se definiría un marco normativo junto a las diferentes instituciones (ayuntamiento, Estado, Hacienda...) «para que puedan ejercer en condiciones». También tienen un grupo de trabajo que analiza la valorización de las actividades de las peñas.

«El objetivo último -subraya Lagadec- es hacer que perduren y que, dentro de treinta años, nuestros hijos puedan seguir siendo miembros de las peñas».

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