Cada cual le dedica sus logros a quien quiere. Juanjo Aranburu dedicó su triunfo en el Campeonato del Mundo de 2011 de Belgrado a su madre recién fallecida. Parece extraño que un factor tan perturbador como ese pueda actuar para que un deportista se supere a sí mismo, pero el tirador irundarra así lo consiguió, logrando de una tacada no solo situarse en lo más alto del tiro olímpico, en su caso en la modalidad del skeet, sino además el billete para los Juegos Olímpicos de Londres 2012.

«Tras el Europeo, en el que mi ánimo se fue al garete, porque supuestamente ahí debía conseguir la clasificación para Londres, la verdad es que 2011 fue un año bastante complicado y, por ello, conseguir ganar el Mundial fue una gran sorpresa hasta para mí», reconocía el tirador guipuzcoano, que añadía que «hay una imagen emotiva cuando hice los 125 -el pleno-, en la que lanzo un agradecimiento al cielo. Ojalá no hubiera tenido que hacer esa imagen, pero fue al mismo tiempo una competición muy bonita».

Juanjo Aranburu podrá volver a unos Juegos tras su diploma en Beijing. Nuevamente participará en la modalidad del skeet, dentro del tiro al plato, en la que se dispara a cinco series de 25 platos con una escopeta del calibre 12 y cartuchos con 24 gramos de plomos, en una cancha al aire libre y desde cinco emplazamientos diferentes. Los platos tienen 11 centímetros de diámetro, y sus trayectorias son variables. Los seis mejores de la fase de competición disputan la final olímpica, que consta de una serie de 25 platos. Su competición arrancaba ayer, y hoy se decidirá su suerte en la segunda jornada clasificatoria.

A propósito, aunque Aranburu afirme en más de una entrevista que «el trabajo de cuatro años de preparación ya está hecho, ahora se trata de hacerlo lo mejor posible, cierto es que el campo de tiro londinense lo ha visto más bien poco e incluso las propias máquinas que vayan a lanzar los platos no son, según parece, las habituales, lo que supone una dificultad añadida.

«El campo de tiro es difícil. Lo han abierto recientemente y hemos podido entrenar, pero muy poco. No solo yo. Todos», afirma. «Las máquinas con las que vamos a tirar son complicadas y no se suele competir mucho con ellas. Si hace sol los dos días, habrá buenas marcas. Si sale algún día nublado, los resultados van a bajar bastante».

«Más fácil que un Mundial»

En lo que a 2012 se refiere, Juanjo Aranburu no ha cosechado espectaculares resultados, siendo su mejor registro un undécimo lugar en una de las tres pruebas de la Copa del Mundo en las que ha participado, así como otra undécima posición en el Campeonato de Europa disputada en Larnaka, Chipre.

No obstante, su nivel de optimismo se mantiene por las nubes. «Yo siempre voy a por el oro y además hasta mis rivales me consideran favorito. Además, siempre digo que unos Juegos Olímpicos son más fáciles que un Mundial, ya que hay solo 30 participantes, aunque luego el problema resulte que sean los 30 mejores del mundo».

De su experiencia de Beijing 2008 le queda la impresión de que «todo es muy sorprendente, con mucho protocolo y mucha gente. En aquel entonces hice lo que quería hacer y ahora, veremos lo que pasa, pero la intención es ser el primero».