Kiyoshi Uematsu fue eliminado en primera ronda tras perder un igualado combate contra el ruso Mansur Isaev, que acabó llevándose la medalla de oro en la categoría de -73 kilos. El judoca de Portugalete aguantó el poderío físico de su rival durante todo el combate y a punto estuvo de ganar con un yuko, anulado a muy pocos segundos del final, pero en la técnica de oro quedó eliminado con una sanción por falta de combatividad.

«Estamos un poco tristes porque se necesita mucho trabajo para venir hasta aquí y no veníamos solo a hacer un buen combate. Veníamos a intentar ganar. El primer combate era el más difícil hasta semifinales y pasarlo era vital porque después teníamos dos rondas más sencillas. Pero no ha podido ser», se lamentaba Uematsu tras su eliminación.

No obstante, se mostró satisfecho del planteamiento del combate ante uno de los rivales más duros de la categoría, tercero del Mundial de 2009 y clasificado en la cuarta plaza del ránking mundial. «Si volviera a salir ahora, habría hecho algo parecido. Ni el entrenador ni yo creemos haber cometido ningún fallo. Era un combate muy igualado y muy duro, lo sabíamos, y podía ganar cualquiera», afirmó el judoca.

Tras resistir el duro inicio del ruso, un portento físico, Uematsu empezó a moverse con más soltura en el tatami hasta que marcó un yuko a pocos segundos del final que podría haber supuesto su victoria si los dos árbitros asistentes no lo hubieran anulado. En el tiempo extra de un combate muy táctico y con pocas entradas, fue una sanción al vizcaino por falta de combatividad la que le entregó un yuko y el combate a Isaev, que superó al japonés Riki Nakaya en la final.

«Hemos tenido mala suerte con el arbitraje. He visto las dos decisiones un poco estrictas. Sobre todo el punto que yo tenía muy claro que había marcado. El árbitro lo ha dado, los otros dos lo han anulado. La verdad es que no he visto el vídeo pero yo creía que era punto», lamentó el deportista de 34 años en su despedida olímpica, tras participar en tres ediciones.