En busca del secreto de la eterna juventud gimnástica
Deportistas como Chusovitina (37 años), Iovtchev (39) y Cucherat (32), que a sus edades optan a medalla olímpica, han cambiado la forma de ver este deporte dominado históricamente por la juventud.
Imanol CARRILLO
A lo largo de la historia, muchas películas han intentado acercarnos lo que se ha denominado «el cáliz de la eterna juventud», ese objeto ideal que podría prolongar la vida de cualquier persona eternamente. Numerosos buscadores de este tesoro se han quedado a las puertas de encontrarlo, pero la respuesta a su origen podrían explicarla de manera brillante las gimnastas.
Londres podría ser el escenario perfecto para «las abuelas» de este deporte. Vivimos en una época en que es normal contemplar a deportistas de tan diferentes generaciones compartiendo competiciones, pero esto no ha sido así siempre, sobre todo en la disciplina gimnástica.
De hecho, siempre ha vivido bajo la sospecha de que algunos países falsifican la fecha de nacimiento de sus deportistas para eludir la norma de la edad mínima de 16 años para competir en torneos internacionales.
No necesita de supuestos engaños Alemania, ya que contará entre su expedición con la gimnasta más veterana de la disciplina. A sus 37 años, Oksana Chusovitina, nacida en Uzbekistán y que emigró al país germano en 2000 para que su hijo de 13 años recibiera un tratamiento contra la leucemia, acude a Londres en busca de medallas.
Chusovitina ganó su primer metal olímpico en Barcelona'92, cuando compitió con los colores de la Comunidad de Estados Independientes (CEI). Esto ocurrió mucho antes de que nacieran algunas de las que serán sus rivales en el tapiz londinense.
Esas mismas jóvenes tendrán el orgullo de ver a su adversaria por última vez, ya que la gimnasta ha confirmado hace pocos días que abandonará la competición después de estos Juegos.
«Amo la gimnasia, eso es todo», apuntó cuando se le preguntó por qué había prolongado tanto su carrera. «Después de Londres lo explicaré todo», bromeó Chusovitina sobre el secreto de su longevidad deportiva.
Iovtchev y Cucherat, los maduros
A diferencia de la categoría femenina, en la masculina ha sido más normal la presencia de gimnastas maduros, como es el caso del búlgaro Iordan Iovtchev -abanderado de su país en la inauguración del pasado viernes- quien, con su pelo encanecido, participará en sus sextos Juegos Olímpicos seis meses antes de cumplir 40 años.
Los de ambos gimnastas veteranos son solo dos ejemplos de que los treintañeros han dejado de ser una excepción y la longevidad como algo habitual refleja un cambio de mentalidad.
«Se ha cambiado un poco la imagen de la gimnasia como una disciplina de madurez precoz, en la que se nos presionaba como limones durante los ciclos olímpicos. El hecho de que las gimnastas hayan alargado su carrera muestra que esta actividad se puede desarrollar correctamente a largo plazo». Son palabras del galo Yann Cucherat, de 32 años, que participará en sus cuartos Juegos Olímpicos.
Vista la importancia que pueden llegar a tener los gimnastas veteranos, lejos queda la hazaña de la rumana Nadia Comaneci que, con tan solo 14 años, consiguió siete veces la máxima nota (10) en los Juegos Olímpicos de Montreal (Canadá) de 1976 .
Precisamente Rumanía, una de las grandes potencias de la gimnasia femenina desde la coronación de Comaneci, aspira a volver a la senda de la gloria después de un período difícil.
Con 23 medallas de oro en gimnasia femenina en la historia de los Juegos Olímpicos, este país del sudeste de Europa es la segunda nación con más títulos, solo superada por Rusia (la antigua URSS) y por delante de potencias como USA y China.
No obstante, tras la caída del dictador Nicolae Ceausescu en 1989, el deporte rumano vio cómo su financiación se veía reducida debido a «un período de transición siempre no acabado», cuenta Adrian Stoica, presidente de la Federación Rumana.
El mayor problema radica en los salarios, por lo que los mejores entrenadores deciden irse al extranjero. «Los que se quedan dan prueba de un heroísmo profesional», recalca Stoica.
La dificultad se ve agravada por la carencia de gimnastas. Hace treinta años, las jóvenes rumanas se peleaban para inscribirse en los clubs para emular a Nadia Comaneci. Sin embargo, la cosa ha cambiado y a día de hoy la Federación cuenta con menos de 250 deportistas federadas, que suponen un rompecabezas a los seleccionadores.
De hecho, «hoy existen muy pocas deportistas que podrán ser seleccionadas para los Juegos de Río de Janeiro en 2016», explica preocupado el entrenador rumano Octavian Bellu.
La Federación de este país se agarra a Catalina Ponor como a un clavo ardiendo. La gimnasta de 24 años, campeona olímpica por equipos, de barra y de suelo en Atenas 2004, competirá en Londres tras dos retiradas y dos regresos. «Ahora me siento otra vez poderosa», recalca la atleta.
Por su parte, la pequeña perla rumana Larisa Iordache, de solo 16 años, sufre unas molestias en el talón, lo que podrían hacerle renunciar al concurso general y deshacer las esperanzas rumanas de título por equipo.
«El Bolt de la gimnasia»
Apenas tiene 1,61 metros de altura y un peso de 55 kilos. Se trata de un modelo de perfección, precisión y elegancia ejecutando difíciles y hasta imposibles rutinas en el suelo y en los aparatos. Nació en Nagasaki (Japón) hace 23 años. Fue subcampeón individual y por equipos en Beijing 2008, además de campeón mundial individual en 2009, 2010 y 2011. Acumula nueve medallas mundiales en los últimos tres años. Él es Kohei Uchimura.
El mejor gimnasta del mundo de la actualidad, de apariencia tímida pero de profundas palabras, llega a Londres en plena forma para competir en el concurso completo individual.
No guarda un buen recuerdo de los Juegos de 2008, donde alcanzó dos medallas de plata. «Tengo un montón de recuerdos amargos de Beijing», se ha sincerado el gimnasta japonés. Es por ello que el nipón ha llegado a la capital británica después de una rigurosa preparación que inició después de su debut olímpico en la capital de China.
A pesar de ser uno de los favoritos al oro, Uchimura da más importancia a lo colectivo que a lo individual: «Estoy harto de ser segundo en la prueba por equipos y eso es lo que tenemos que superar -ayer lograron la plata-. La prueba por equipos es un evento especial y ganarla es en muchos sentidos más gratificante que el evento individual».
En las décadas de los 60 y 70 Japón dominaba el mundo de la gimnasia artística, pero el imperio nipón se vio ampliamente superado entre 1984 y 2008 por la Europa comunista, Estados Unidos y después por China.
Puede ser el momento oportuno para cambiar el rumbo de la historia, y Londres puede ser el escenario ideal. «Hace cuatro años sentí la importancia de los Juegos Olímpicos y en qué se diferencia de otros eventos. Pero lo verdaderamente importante que quiero mostrar es lo hermosa que es la gimnasia y que el público disfrute de lo que hacemos y que lo comprenda», ha llegado a señalar el japonés.
En la calificación del sábado Uchimura logró la novena mejor puntuación. «He olvidado por completo que soy el campeón», ha admitido. ¿Cuánto tendrá de razón el gimnasta nipón?
En la jornada de hoy se disputa el concurso general por equipos femeninos de gimnasia artística. Las pruebas comenzarán a las 16.30 (hora local).
El concurso completo individual masculino se llevará a cabo mañana a partir de las 16.30 (hora local). El jueves, y en mismo horario, será el turno de las mujeres.
La selección de China revalidó el título olímpico masculino por equipos al imponerse con holgura en la final disputada en el North Greenwich Arena de Londres, por delante de Japón, que se llevó finalmente la medalla de plata tras una reclamación, y la local Gran Bretaña.
El equipo formado por Chen Yibing, Zou Kai -que ya estaban en el grupo campeón en Beijing 2008-, Feng Zhe, Zhang Chenglong y Guo Weiyang sumó 275,997 puntos, por 271,711 de Gran Bretaña (una diferencia abismal de 4,286) y por 271,526 de Ucrania. Japón quedó fuera del podio, en cuarta posición, y Estados Unidos, que había terminado primero en la fase de clasificación, arrastró un mal comienzo y acabó quinto.
Sin embargo, los nipones (con Ryohei Kato, Kazuhito Tanaka, Yusuke Tanaka, Kohei Uchimura y Koji Yamamuro) presentaron una reclamación contra la nota de Kohei Uchimura en el último ejercicio de la final olímpica y Japón ascendió de la cuarta a la segunda posición (obteniendo 271,952 puntos), de la que desbancó a Gran Bretaña. El equipo local desplazó del podio, a su vez, a Ucrania, que finalizó cuarta.
La selección anfitriona, compuesta por los deportistas Sam Oldham, Daniel Purvis, Louis Smith, Kristian Thomas y Max Whitlock, no conocía una medalla en gimnasia artística desde hacía muchos años, exactamente desde la posguerra.
Los británicos no se contentaron con destacarse en caballo con arcos con Louis Smith, ya que también brillaron en el potro. Unas últimas diagonales en el suelo muy bien controladas por Kristian Thomas, el pilar del equipo, propulsaron a Gran Bretaña hacia el trío de cabeza provocando el delirio de unos espectadores que abuchearían después la reclamación de Japón.
Por su parte, los estadounidenses, que el sábado habían dominado las calificaciones, hipotecaron sus posibilidades desde la segunda rotación en caballo con arcos. Con las caídas de Danell Leyva y John Orozco, dos pretendientes al podio en el concurso general, Estados Unidos perdió toda opción y finalizó en quinta posición.
El bicampeón del mundo Philipp Boy, que había echado al traste todas sus posibilidades individuales de finales, arruinó la oportunidad de Alemania, séptima, tras caerse en caballo con arcos y la barra fija. GARA
Uno de los nombres destacables puede ser el de la rusa de 17 años Viktoria Komova. Fue subcampeona mundial individual y por equipos en 2011 y campeona de asimétricas. Tras ganar los primeros Juegos Olímpicos de la Juventud en 2012, ahora quiere un doblete en absoluto.
Una de las noticias más llamativas llegó el domingo pasado, con la no clasificación para la final de la campeona mundial de gimnnasia artística Jordyn Wieber. La estadounidense de 17 años fue superada por sus compatriotas Alexandra Raisman y Gabrielle Douglas.