Las autoridades del Estado español se disponían a retirar el carnet de conducir al dirigente de Nuevas Generaciones del PP Ángel Carromero, que conducía el coche en que el pasado 22 de julio murió el opositor cubano Oswaldo Payá, por acumulación de infracciones, según una notificación oficial. Los opositores cubanos utilizaron el caso para acusar al Gobierno cubano de provocar el accidente.

Su nombre figuraba en una lista de personas a las que la Comunidad de Madrid notificó el 18 de mayo la «iniciación de los expedientes para declarar la pérdida de vigencia de las autorizaciones administrativas para conducir».

El diario «El País» afirmó que Carromero había recibido 45 multas de tráfico desde marzo de 2011, «dos de ellas por exceso de velocidad leve». «Antes de esa fecha tenía otras sanciones por infracciones más graves», precisaba el rotativo.

El dirigente del PP, de 27 años, permanece preso en Cuba a la espera de juicio después de que las autoridades de la isla le abriesen un proceso penal por «homicidio involuntario» debido al accidente en que murieron Payá y otro opositor, Harol Cepero. La pena máxima a la que se enfrenta es de diez años.

Tanto él como su compañero Jens Aron Modig, miembro de un partido de la derecha de Suecia y que ya ha regresado a su país, revelaron que fueron enviados a Cuba a organizar y financiar grupos opositores y que tenían previsto adiestrar a la hija de Payá en la organización de grupos de jóvenes opositores.

Carromero y el sueco aseguraron que el choque había sido un simple accidente, versión que en un primer momento fue puesta en duda por la familia Payá y la oposición.