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Jorge García Portavoz de Bildu en Barakaldo

¿Barakaldo o la cueva de Alí Babá?

Nuestras primeras propuestas fueron rebajar en un 10% los sueldos del alcalde y los concejales y concejalas, y eliminar las figuras de las asesorías. Estas medidas suponen el ahorro de 478.000 euros anuales. Quienes ahora son muy solidarias y solidarios con el esfuerzo que han impuesto a las y los trabajadores municipales votaron en contra

Barakaldo es una ciudad con 100.000 habitantes y con una tasa de desempleo de las más altas de la CAV. Más de 9.000 barakaldeses y barakaldesas están en paro. Una media de tres desahucios por semana y un panorama de infrasalarios y precariedad laboral que nos coloca en una situación socioeconómica más que preocupante.

La cruz de esta moneda está en la Casa consistorial. Doce concejalas y concejales, entre los que me incluyo, con unos ingresos por su actividad de más de 65.000 euros al año. Otras cinco concejalas y concejales con media dedicación que salen a 35.000 euros por año y persona. A estos datos hay que sumar los casi 75.000 euros del alcalde y de cada una de sus asesorías, que ascienden a tres, y los 50.000 euros de cada una de las asesorías de los grupos municipales PSOE, PNV y PP.

No, no hace falta que saquen la calculadora. Todos estos «infrasalarios» suman un total de 1.405.000 euros anuales. Sobra decir que los gastos de la Seguridad Social se abonan aparte.

La pasada semana, nuestro querido alcalde salió a la prensa a comunicar que todo el personal de su equipo (siete concejales, tres asesoras y asesores de alcaldía y un asesor de grupo) había renunciado, motu proprio y de forma completamente unilateral, a la paga extra de Navidad. También informaba de que va a instar al resto de la corporación a sumarnos a esta medida para conseguir un ahorro de 97.156,93 euros.

Nuestro alcalde, en un gesto de solidaridad con las y los funcionarios municipales, nos insta a que renunciemos a la paga extra de Navidad para ahorrar casi 100.000 euros con la misma tranquilidad que expulsa del salón de Plenos, valiéndose de su Policía, a trabajadoras y trabajadores municipales que reivindican su derecho a recuperar las condiciones económico-laborales que les fueron arrebatadas tras la aplicación del decretazo de Zapatero.

El grupo municipal del PNV también ha expresado su decisión de renunciar a la paga de Navidad, en sintonía con lo que anunciara a finales de junio Iñigo Urkullu para todos los cargos institucionales de la formación jeltzale. Conviene recordar, tanto a la ciudadanía de Barakaldo como a nuestras compañeras y compañeros de corporación, cuáles fueron las primeras propuestas que el grupo municipal Bildu planteó nada más entrar en la institución municipal.

Nuestras primeras propuestas fueron rebajar en un 10% los sueldos del alcalde y los concejales y concejalas (103.000 euros/año) y eliminar las figuras de las asesorías, tanto de alcaldía como de grupo municipal (375.000 euros por año). Estas medidas suponen un ahorro de 478.000 euros anuales y no suponen ningún perjuicio a la población del municipio, porque la labor que desarrollan las y los diferentes asesores bien puede ser realizada por personal municipal, que ya está en nómina y tiene la capacidad suficiente para desempeñar su función.

Nos instaron a salir del pleno y firmar un documento en el que renunciábamos a ese 10%, porque si no nuestra propuesta quedaría en «un gesto de cara a la galería». No lo firmamos. ¿Saben por qué? Porque no solo estábamos dispuestos a reducir nuestras retribuciones en ese porcentaje, sino que planteamos recibir la misma nómina que en la anterior ocupación de cada uno de nosotros y nosotras. Eso sí, la diferencia económica se destinaría a aquello que decidiera el grupo municipal del que soy miembro. Mutis por el foro, no vaya a ser que cuele y nos veamos todas y todos con nuestro sueldo reducido a la ¿mínima? expresión.

Quienes ahora adquieren compromisos con la contención del gasto público, quienes son ahora muy solidarias y solidarios con el esfuerzo que han impuesto a las y los trabajadores municipales votaron en contra de nuestra propuesta.

PSOE, PNV y PP consideraron entonces que eran merecedoras y merecedores de unos ingresos lo suficientemente potentes como para distinguirse de esa población a la que presumen de representar. Nos acusaron de demagogia y populismo. Ahora son ellos quienes, en un ejercicio de ¿responsabilidad?, deciden prescindir de su paga de Navidad. Y nos instan al resto a renunciar a nuestra paga para conseguir un ahorro de 97.156,93 euros. Me va a perdonar señor alcalde, pero 97.000 euros es menos que 478.000. Bastante menos.

Pero no sufra, señor Rodríguez, que disfrutaremos del privilegio que usted nos concede y del que no dispone el resto de trabajadoras y trabajadores públicos, porque le recuerdo que tanto ahora como en tiempos de su añorado ZP, estas personas no tienen posibilidad de hacer una renuncia voluntaria, sino que es impuesta por un sistema que intenta desprestigiar las administraciones públicas y desgastar la imagen de sus trabajadoras y trabajadores. Porque este sistema intenta acabar de un plumazo con todos los servicios públicos.

Y no, señor alcalde, no somos ni populistas ni demagogos. Somos personas coherentes con nuestro compromiso con Barakaldo, con un pueblo en el que ser elegido o elegida por la ciudadanía no suponga acceder a un estatus económico tan alejado de la realidad de la ciudadanía.

Ni magos ni profesionales en política, pero tampoco de la cuadri de Alí Babá.

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