Lesionados
La maldición se cobra una nueva víctima
Jon Aurtenetxe también sufre una pubalgia que le impidió participar en el debut competitivo del equipo.
Amaia U. LASAGABASTER
Pubalgia. Desgraciadamente, es una de las palabras de moda en el Athletic, que ha arrancado el curso con éxito deportivo pero exceso de aforo en la enfermería. Y un mal común para varios de sus ocupantes, pubalgia.
Jon Aurtenetxe es el último afectado por la maldición que parece perseguir a los rojiblancos. Relativamente, porque el zornotzarra ya tuvo problemas en la zona la pasada primavera, aunque consiguió concluir la temporada sobre el césped. Pero el descanso vacacional no ha sido suficiente para enterrar la dolencia, que ha reaparecido.
Y aunque Aurtenetxe participó en los amistosos de pretemporada, su estado ha acabado haciéndole parar. Ya se había perdido los últimos entrenamientos, tampoco pudo participar en el debut competitivo del Athletic y, precisamente ayer, tras el choque frente al Slaven, desde el club se confirmaba que la responsable era la «pubalgia».
«El jugador ha experimentado una agudización de la sintomatología, que le produce importante limitación funcional», se informó desde los servicios médicos, que han optado por el «reposo relativo», que incluye «un programa específico de fisioterapia y readaptación».
Y es que se trata de una dolencia, por decirlo de alguna manera, complicada. No siempre impide forzosamente la práctica del fútbol, las molestias pueden aparecer y desaparecer, la intensidad del dolor tampoco es homogénea, el umbral de dolor de cada uno también entra en juego... Y de la misma manera, el tratamiento tampoco responde a una consecuencia matemática, de forma que el reposo puede ofrecer los mismos resultados que el quirófano, aunque es difícil saberlo a priori.
Suele ser habitual que, de inicio, se apueste por un tratamiento conservador, como ha sucedido con los otros jugadores rojiblancos afectados en los últimos tiempos. Es el caso de Andoni Iraola, que incluso renunció a la posibilidad de disputar la Eurocopa, tras una temporada cargadísima -una más, para un hombre que lo ha jugado prácticamente todo desde que debutó con el Athletic-, vistas las molestias que arrastraba.
Acertó con la decisión, aunque con esta lesión nunca se sabe, tal y como reconocía en la vuelta a los entrenamientos. «Acabé tocado del pubis -explicaba en el inicio de la pretemporada-. Decidimos descansar y tomarme un mes más tranquilo para evitar la operación y por ahora me encuentro bien, aunque habrá que esperar a la carga de entrenamientos y partidos a ver si responde. Acabé muy mal la temporada pasada y tomamos la decisión con los médicos. Mi pubis se encuentra mejor y si ha servido para eso -en referencia a su renuncia a la Eurocopa-, encantado de la vida».
El resultado ha sido diferente en el caso de Fernando Amorebieta, que también acabó la campaña pasada con problemas de pubis. El central prolongó algo más la temporada para jugar a primeros de junio con Venezuela, pero después disfrutó de prácticamente un mes de vacaciones antes de iniciar la pretemporada junto a sus compañeros. No bastó. Las molestias seguían presentes cuando llegó a Lezama y, visto que el tratamiento conservador no funcionaba, Amorebieta acabó pasando por el quirófano.
Quién sabe si ésa también acabará siendo la solución para Ander Herrera. Su caso es el que más polémica ha generado. Y es que después de que la pubalgia se había convertido buena parte de la temporada pasada en un martirio para el centrocampista, el jugador ha disputado los Juegos Olímpicos con la selección española, pese a reconocer que tampoco ahora está en sus mejores condiciones. El hecho de que Luis Milla le diese minutos incluso en la despedida del equipo de la competición, cuando ya no había absolutamente nada en juego, no ha contribuido a calmar la marejadilla, cuya intensidad dependerá a partir de ahora de lo que suceda con Herrera una vez en Lezama.
Vuelta al trabajo
Habrá que ver si el centrocampista, ya de vuelta, puede integrarse de inmediato a la dinámica de grupo. O si, también en su caso, se opta por el trabajo de recuperación. O, quién sabe, si acaba compartiendo destino con Amorebieta.
Las primeras respuestas pueden llegar hoy mismo, porque el equipo regresa al trabajo en Lezama (19.00), para empezar a preparar el encuentro del próximo jueves en Croacia. Una cita en la que, salvo sorpresas, sí podrán participar Javi Martínez e Iker Muniain, igualmente de vuelta ya de los Juegos.
La juventud volvió a caracterizar al equipo que el jueves levantó el telón de la temporada ante el Slaven croata. Y es que a un grupo en el que los treintañeros ya eran minoría, se unieron esta vez jugadores como Isma López, Jonas Ramalho o, ya en la segunda parte, Iñigo Ruiz de Galarreta.
Y lo hicieron con buena nota. Sobre todo en el caso de Isma López, que celebró el debut soñado con dos goles. No es de extrañar que Marcelo Bielsa calificara de «importante y absolutamente determinante» la labor del navarro, por cuya incorporación también quiso destacar el trabajo de los técnicos de Lezama. En lo que respecta a Ruiz de Galarreta, explicó que sus características «se amoldaban a lo que exigía el partido, que era una elaboración más pulida del ataque. Lo resolvió, quitó vértigo al juego, le dio pausa y buen pase final y serenidad en el comienzo del ataque», destacó. Tampoco olvidó a Ramalho, al que le correspondió una de las tareas más complicadas ante las numerosas ausencias en la zona y al que vio «contundente y sólido en defensa». A.U.L.