La última final de Copa no será de gustoso recuerdo en muchos casos. A la derrota del Athletic se unió el trato que sufrieron numerosos aficionados, tanto en Madrid -incluso en el trayecto- como, sobre todo, en el Vicente Calderón.

Algo que ya denunció en su día ESAIT y que vuelve a la actualidad ante la sanción a un aficionado, que tendrá que pagar 3.000 euros y no podrá acceder a recintos deportivos durante seis meses por acudir al estadio con una bufanda de Euskal Hintxak. El propio afectado, Jon Bilbao, ofreció ayer una rueda de prensa junto a su abogado y representantes de ESAIT, en la que denunció que al entrar al estadio, un policía le quitó «la bufanda con la inscripción Euskal Hintxak y el arrano beltza. La echó a un rincón y me pidió la documentación». Dos semanas después le llegaba la multa. Alegará ya que, según explicó su abogado, se han vulnerado derechos y libertades.