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Crisis de deuda en europa

Rajoy abre la vía al rescate con un ajuste de 102.000 millones

El presidente del Gobierno español traslada este compromiso a Bruselas un día después de que el Banco Central Europeo le deje claro que no habrá ayuda sin condiciones. El paquete de ajustes hasta 2014 se conoció poco después de que el líder del PP diera una rueda de prensa sin citarlo

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GARA | MADRID

A la vez que el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, anunciaba su intención de continuar con las reformas para reducir el déficit público, reconociendo que «no son amables» ni «populares», el Consejo de Ministros aprobó el plan presupuestario para 2013 y 2014 que remitirá a la Comisión Europea.

Este plan recoge un ajuste de 38.956 millones el próximo año y de 50.075 millones en 2014, lo que suma un total de 89.031 millones. En términos acumulados, las medidas de ajuste ascienden a 102.149 millones, si se suman los 13.118 millones de este año. El plan responde a las exigencias de la UE para prorrogar los plazos que Bruselas dio a Madrid para cumplir con la consolidación fiscal.

Incluye las medidas conocidas de subida del IVA, recortes salariales a empleados públicos, recortes de gastos de la administración y la reducción de las cotizaciones empresariales a la Seguridad Social. Respecto a las comunidades autónomas, se añaden las medidas sobre sanidad y educación que tendrán un efecto conjunto de 15.000 millones en los dos ejercicios -casi 4.000 millones más que las aprobadas hace quince días-. En total, las medidas específicas de ajuste de las comunidades alcanzan los 19.000 millones de euros hasta 2014. El plan prevé una caída del PIB del 0,5 % en 2013 y un crecimiento del 1,2 % en 2014 suponiendo que se producirá una «paulatina recuperación del consumo privado y de la inversión y las reformas estructurales emprendidas». Además, indica que el déficit el año que viene será del 4,5 % del PIB y del 2,8 % en 2014.

La Comisión Europea dio la bienvenida a la adopción de este plan y dará a conocer su opinión sobre el mismo el próximo mes de octubre, dentro del proceso de revisión del procedimiento por déficit excesivo abierto contra el Estado español.

Bruselas se comprometió a «analizarlo en detalle», según el portavoz comunitario Antoine Colombani, que recordó que el pasado 10 de julio los ministros de Finanzas de la UE requirieron a Madrid que deje el déficit en el 2,8 % en 2014, hasta el 6,3 % este año y el 4,5 % el próximo, recordó. «Esperamos que el plan apuntale totalmente estos objetivos», señaló Colombani.

La presentación casi inmediata de un plan presupuestario para los dos próximos años fue una de las exigencias impuestas el pasado julio por los socios europeos a Madrid a cambio de darle un año más para conseguir un déficit inferior al 3 %. El documento llega a Bruselas con unos días de retraso, pues los Veintisiete habían pedido al Ejecutivo de Rajoy que lo remitiese antes de finalizar julio.

Estos ajustes pueden no ser los últimos. Aunque la directora del FMI, Christine Lagarde, afirmó que «no hay mucho más que el FMI podría pedir a España si estuviese en un programa» de rescate, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha recordado que la ayuda europea acarrea «estrictas condiciones».

El pasado jueves, Draghi condicionó la compra de deuda de los países europeos con problemas de financiación por parte del BCE a que estos estados soliciten la ayuda a los mecanismos de rescate -el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera Especial y el Mecanismo Europeo de Estabilidad-. Y dejó claro que este apoyo supone «una estricta condicionalidad», es decir más recortes vigilados desde Bruselas. Dejó así en la tejado del Estado español e Italia decidir si recurrían a estas ayudas.

Ayer Rajoy siguió sin aclarar cuál es su intención pero no descartó pedir el rescate. «Yo no tengo tomada ninguna decisión», dijo al hacer balance de sus primeros seis meses en el Gobierno. Aseguró que, sea cual sea su decisión, hará «lo que conviene al interés general de los españoles». «Draghi anunció que tomaría medidas no convencionales y quiero conocer esas medidas, qué significan, qué se pretende, si son adecuadas», aseguró, para añadir que, con esa información, «se tomará una u otra decisión».

«Durante mucho tiempo hemos vivido pidiendo crédito y gastando mucho más de lo que ingresamos. Es mucho lo que debemos y lo que hay que devolver y en estos momentos es muy difícil que nos presten o refinancien estas deudas», añadió. En cualquier caso, aseguró que acometer ajustes «no es opinable ni discutible».

Pensiones

En su defensa de los recortes, el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, indicó que no tiene intención de bajar las pensiones el próximo año, pero tampoco lo descartó al señalar que, en caso de tomar nuevas medidas, sería la última partida presupuestaria que tocaría.

Igualmente, afirmó que «no tenemos intención de hacer otra reforma laboral». Por otro lado, el Gobierno no ha decidido aún si prorrogará a partir del 15 de agosto el plan Prepara, que contempla una ayuda de 400 euros a los desempleados que hayan agotado su prestación o el subsidio.

Por otro lado, el presidente español anunció que ha remitido una carta al presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, y al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, en la que reclama la aprobación de la unión bancaria en la última cumbre del año de diciembre.

Desconfianza y decepción ante el presidente español

La secretaria de Política Económica y Empleo del PSOE, Inmaculada Rodríguez-Piñero, criticó que las medidas tomadas por el Ejecutivo del PP desde que llegó al poder solo han generado «más déficit, más paro y más desconfianza» ya que han sido, en su opinión «siete meses llenos de errores». Por su parte, el portavoz de asuntos económicos del PNV en el Congreso, Pedro Aspiazu, dijo tener la impresión de que el rescate «se va a producir antes que después», tras haber escuchado a Rajoy. Juzgó «decepcionante» su intervención porque «no ha despejado ninguna clave» en relación a un eventual rescate de la economía española. El diputado de IU, Gaspar Llamazares, advirtió de que el Gobierno «no puede vender el país» a cambio de recursos financieros sino que «debe plantarse ante la UE y decirle que no podemos estar en el euro a toda costa, a costa de los derechos de trabajadores y ciudadanos». GARA

Los mercados están seguros de que Madrid demandará ayuda

Los mercados dieron la vuelta a la tendencia del jueves y dieron por válidos los rumores que apuntan de nuevo a que el BCE va a intervenir de alguna forma. Además, la indefinición de Rajoy al no aclarar si pedirá ayuda a los mecanismos de rescate europeos fue bien vista por los inversores. Al menos valoraron que el presidente español ya no rechaza esta posibilidad, al afirmar que antes debe estudiar las actuaciones que prevé BCE.

El principal indicador de la bolsa española, el Ibex 35, se disparó un 6 %, hasta los 6.756 puntos, mientras la prima de riesgo -que mide el interés adicional que exigen los inversores por comprar deuda nacional en lugar de alemana- se relajaba hasta los 543 puntos básicos, 51 menos que la víspera, después de haber alcanzado los 617 durante la sesión, aunque no conseguía recuperarse completamente del alza del jueves. La bolsa de Milán también repuntó un 6,34 %; la de París, un 4,38 %; la de Fráncfort, un 3,93 %, y la de Londres, el 2,21 %. También ayudaron los buenos datos de empleo estadounidense, que animaban a Wall Street a abrir en positivo y contagiaban su optimismo a todas las grandes plazas europeas.

Según los analistas, los inversores eligieron ayer la parte del discurso de Draghi en la que apuntaba una posible intervención, frente a la decepción del jueves ante la falta de medidas concretas y por los condicionantes impuestos a la posible reactivación del programa de compra de bonos. GARA

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