Prisión para los dos chechenos detenidos en Ciudad Real
El juez de la Audiencia Nacional española Pablo Ruz envió finalmente a prisión a los dos ciudadanos chechenos detenidos el jueves en Almuradiel (Ciudad Real) bajo la acusación de «pertenencia a organización terrorista» y «tenencia de explosivos». El magistrado basó esta última imputación en el hallazgo de un «artefacto explosivo», sin más detalles.
GARA |
La Audiencia Nacional española decretó ayer prisión para los chechenos Eldar Magomedov y Muhamed Ankari Adamov, detenidos el jueves en Almuradiel, Ciudad Real, cuando viajaban a bordo de un autobús que cubría la ruta entre Cádiz e Irún. En la misma operación ordenada por el juez Pablo Ruz fue arrestado el ciudadano turco Cenzig Yalcin, que trabajaba como ingeniero en una empresa internacional en Gibraltar, aunque su esposa reside en La Línea de la Concepción, Cádiz, donde se alojaron Magomedov y Adamov.
Yalcin fue enviado a prisión el viernes, pero Ruz decidió prorrogar el periodo de detención contra los otros dos ese día por falta de pruebas en su contra.
Sin embargo, en el auto dictado ayer les imputa indiciariamente los delitos de «integración en organización terrorista y tenencia de sustancias y aparatos explosivos con finalidad terrorista».
Afirma que el «material videográfico» incautado a los tres detenidos -sobre quienes el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, dijo que eran «extremadamente peligrosos» y que disponían de material explosivo suficiente para «destrozar un autobús»- podría «racionalmente sugerir la preparación de algún tipo de acción de carácter o finalidad terrorista». Resalta como evidencia «la relación entre los detenidos con otros individuos previamente investigados por sus vínculos con orga- nizaciones terroristas y que han sido parcialmente reconocidos». El magistrado se refiere a la supuesta declaración de un testigo protegido proporcionada por el Departamento de Justicia de Estados Unidos, que dijo conocer a Magomedov por el nombre de Muslin Dost.
Sobre los 150 gramos de explosivo hallados en la vivienda de la Línea de la Concepción, el auto subraya que durante el registro del chalé hallaron «un artefacto» que, dada su composición, sin especificar, «podría haber tenido una grave potencialidad lesiva». Llama la atención que este explosivo se hallara al parecer al principio de la redada y un día después se indicara que no era prueba suficiente, para al final concluir que sí.
Otra de las evidencias esgrimidas son varias fotografías de tamaño carnet de los dos ciudadanos chechenos. Según el Ministerio de Interior, Magomedov fue miembro de las fuerzas especiales rusas Spetsnaz. Fernández Díaz aseguró a este respecto que había recibido entrenamiento como francotirador y que era experto en venenos.
Conducta «sospechosa»
Ruz califica de «sospechosa» la conducta de ambos, que, al parecer, viajaron al Estado francés procedentes de Rusia, trasladándose a Cádiz entre abril y mayo, «permaneciendo durante ese tiempo sin actividad alguna, alojados en el chalé de Yalcin, más allá de las clases recibidas en instrucción de técnicas de vuelos en parapente sin motor».
Según consta en el auto, Yalcin, a quien finalmente Ruz no imputó un delito de «pertenencia a banda armada» como pedía la Fiscalía, alegó que Magomedov y Adamov, a quienes conoció en Turquía, querían aprovechar su estancia en Cádiz para aprender a volar y él podía enseñarles. Indicó también que los aviones de aeromodelismo con los que supuestamente querrían atentar, según Interior, pertenecen a su hijo, que es aficionado a esta actividad.
En la operación policial, presentada como «una de las mayores investigaciones realizadas hasta el momento en España contra Al-Qaeda», han participado varias agencias de inteligencia extranjeras, principalmente, estadounidenses y francesas.
En su comparecencia del jueves, Fernández Díaz afirmó que tenían «claros indicios» de que preparaban un atentado en el Estado español o en otro país de Europa. En su auto, Ruz afirma que el material incautado «sugiere la preparación de algún tipo de acción». No hay datos más concretos.