El proyecto para la modernización de redes eléctricas «Bidelek Sareak», impulsado por el Gobierno de Lakua a través del Ente Vasco de la Energía (EVE) e Iberdrola, ha sustituido en los seis primeros meses de 2012 cerca de 32.000 contadores analógicos por digitales, que son fabricados por General Electric en su planta de Zamudio.

Este proyecto, iniciado en enero de este año, tiene como objetivo renovar íntegramente la red eléctrica de los municipios de Bilbo y Portugalete con la sustitución de 230.000 contadores de aquí a 2014, para lo cual se invertirán 60 millones.

El cambio de contadores no supone un gasto para el cliente, aunque el alquiler del aparato digital resultará «un poco más caro», según explicó ayer el representante de Iberdrola José María Grijalba, quien compareció junto al consejero director del EVE, José Ignacio Hormaeche, para informar de los avances de «Bidelek Sareak» tras el primer semestre de su puesta en marcha.

Esta primera fase ha cubierto los barrios bilbaínos de San Inazio y Deustua (31.718 contadores), y una pequeña zona de Portugalete (812 contadores) por un monto total de 5,5 millones.

En la siguiente fase, que comenzó el pasado mes de julio, se extenderán los contadores digitales a las áreas bilbaínas del Casco Viejo, Txurdinaga, San Adrián, Santutxu, Abando, Indautxu y Zorroza. Para finales de este año se prevé instalar un total de 105.000 equipos en la capital vizcaína y Portugalete.

Cuando termine este proyecto en 2014, se habrán sustituido un total de 230.000 contadores eléctricos por digitales y se habrán adaptado a esta tecnología un total de 1.100 centros de transformación, a los que se incorporarán equipos electrónicos de vanguardia, según explicó Grijalba.

Entre los beneficios que percibirá el usuario, se encuentran la mejora del suministro eléctrico, la reducción de incidencias y averías y la prestación de servicios a distancia, como la lectura de contadores y la tramitación de altas y bajas.

El representante de Iberdrola indicó que «Bidelek sareak» se enmarca en un proyecto global de la compañía eléctrica de sustituir todos los contadores tradicionales por digitales, un objetivo que se prevé conseguir para 2018.