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«Es esencial que tengamos nuestra fiscalidad para impulsar la economía»

Kenneth Gibson
Responsable económico del SNP
 
¿Si Escocia logra la independencia tras el referéndum de 2014, qué cambiará para la economía escocesa?
 
A día de hoy no podemos controlar nuestra propia fiscalidad; no podemos, por ejemplo, decidir ajustar la tasa sobre los carburantes o pedir préstamos a los mercados para financiar proyectos de desarrollo. Son competencias que no están en manos del Parlamento escocés. Por tanto, se interponen barreras para la prosperidad de nuestra economía, mientras que un régimen fiscal independiente sería totalmente viable. Hay empresas que han realizado recientemente inversiones importantes en Escocia, como (la especializada en energía eólica) Gamesa, que ha proyectado crear 800 empleos en Edimburgo. Esta atracción, que ya existe, se vería reforzada por una política económica y fiscal más coherente.

Pero hay expertos que prevén una deuda pública y un déficit presupuestario importante, y añaden que podría pesar mucho en una Escocia independiente.
 
La deuda británica será dividida atendiendo a la población, por lo que nosotros heredaremos un 8,4% de la deuda de Gran Bretaña. Ni más ni menos, pero yo no veo esto como un problema que genere inquietud. Las agencias de calificación atenderán a nuestra capacidad para crear riqueza: los beneficios del petróleo van a perdurar durante bastante tiempo y ya estamos trabajando en la diversificación. La creación de la banca (pública) de inversiones verdes en Edimburgo es una señal en esa dirección.
 
Sobre el problema de la deuda relacionada con el rescate del Royal Bank of Scotland (por Londres durante la crisis financiera), podemos imaginar un reparto ligado al reparto territorial de las actividades del banco, como ha sido el caso con Dexia (rescatada conjuntamente en 2011 por Luxemburgo y los estados francés y belga).
 
Nada de esto es imposible de remontar: estos problemas financieros son utilizados por los unionistas para socavar la confianza de los escoceses. Hemos oido machaconamente que nuestro país es demasiado pobre o demasiado pequeño (para ser independiente), y es lo que repiten una y otra vez los políticos británicos. Pero realmente hay muchos ejemplos en Europa que prueban lo contrario.

 ¿Es concebible, en caso de lograr la independencia, imaginar que Escocia se sumara, a largo plazo, a la zona euro?
 
Si el futuro Gobierno escocés prevé una adhesión al euro, será en todo caso a través de un referéndum. Pero en todo caso no me parece el momento adecuado, teniendo en cuenta la crisis en la zona euro y lo que está pasando en España. Nuestra idea inicial es mantener la libra esterlina, lo que no nos genera ningún problema, teniendo en cuenta que el Banco de Inglaterra es independiente del poder político. Como ya sabrá, la República de Irlanda conservó la libra hasta 1967, ¡45 años después de lograr su independencia! En cualquier caso, y si hubiera un acuerdo (para llegar a la unión monetaria), nosotros seguiríamos siendo maestros de nuestro régimen fiscal, y eso es muy importante. Eso no quiere decir, y es evidente, que aspiremos a una soberanía del 100%, algo que es imposible en la actual economía mundializada.GARA
 
 
 
 
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