El Grupo B dominó en cuartos, y se coló por sorpresa Montenegro. Las semifinales de mañana serán España-Montenegro y Noruega-Corea (27-27 en la 1ª fase).

BRASIL-NORUEGA (19-21). El seleccionador de Brasil, el danés Morten Soubak, declaró apesadumbrado tras el partido «creo que Noruega perdió queriendo ante España para enfrentarse a nosotras en cuartos de final». La extremo noruega Herrem resumió su lectura del choque diciendo que Noruega había aplicado sus habituales cualidades: «Velocidad, organización y una buena portera». Lo cierto es que Brasil dominó el partido los primeros 45 minutos, con algunas de las estrellas noruegas desaparecidas: la portera Haraldsen salió como titular y duró 20 minutos, tras un paupérrimo 2 de 13 en su haber, dando entrada a su «suplente» Grismbo, sensacional en este torneo. Su concurso fue crucial, en los 39 partidos que estuvo en pista paró 14 lanzamientos de 22 (64%). Tampoco Sulland (0 de 4), ni Loke comparecieron, y la tarea quedó en manos de las secundarias -eso sí, de lujo- Koren Reigelhuth (5 goles) y Breivang (4). Brasil ganaba 18-15 en el minuto 43 cuando se le fundieron los plomos. Estuvo casi diez minutos sin marcar, y para entonces Noruega había dado la vuelta al resultado (18-19). Con la moral tocada, Brasil empató a 19, pero dos goles de Koren y Herrem colocaron el 19-21 definitivo para el minuto 56, y el marcador ya no se movió más. Noruega no está en su mejor momento, pero no por ello deja de ser muy peligrosa, y Brasil se marchó con la sensación de que había perdido una grandísima oportunidad.

ESPAÑA-CROACIA (25-22). «Nunca hay que ponerse límites, siempre hay que pensar en cada partido y no decir nunca de aquí no podemos pasar, siempre hay que mirar hacia adelante». Lo decía la alavesa de Amurrio Eli Pinedo, que estuvo sensacional y fue la máxima goleadora del partido con sus siete goles (7 de 10), compensando el escaso acierto de la primera línea española ayer (8 de 20 entre Alberto, Mangué, Bea Fernández y Aguilar), mientras Jelcic brillaba en la portería croata. Hubo partido hasta el minuto 40 (15-16), cuando la mejor jugadora y goleadora croata, Andrea Penezic, alrededor de la que gira todo el juego de su selección, se torció un tobillo al caer sobre el pie de su compañera Tatari tras una suspensión. Tuvo que retirarse al banquillo y España aprovechó el desconcierto para escaparse (22-19 en el minuto 22, tras un parcial de 7-3). El seleccionador croata vio que se le escapaba el partido y pidió un último esfuerzo a Penezic, que volvió a la cancha, para retirarse cojeando un minuto después.

RUSIA-COREA (23-24). La selección coreana es una apuesta segura para los Juegos Olímpicos. Esta es su octava participación, y su victoria de ayer le llevaba a semifinales por octava vez. Ocho de ocho. En un deporte de abrumador dominio europeo, Corea es la perla que brilla con luz propia cada cuatro años. Rusia empezó ganando 2-0, pero las menudas y luchadoras coreanas dejaron clara enseguida su voluntad de ganar: parcial de 0-6 en siete minutos, y ya no volvieron a estar por detrás en el marcador en todo el partido. Corea protegía muy bien el balón (10 pérdidas por 20 de Rusia) y nueve de sus jugadoras marcaron gol -y eso que la central Kim, lesionada, tampoco jugó ayer-, con Gwon (6), Woo y Ryu (5 cada una) sobresalientes. Corea llegó a ir ganando por seis (5-11), pero Rusia apretó los dientes y se puso a remontar. Le costó casi todo el partido, pero empataba a 22 a menos de cinco minutos del final. Corea podía venirse abajo, pero no lo hizo, Ryu y Gwon recuperaron la ventaja (22-24), y Bliznova solo pudo marcar el 23-24 definitivo a 50 segundos del final.

FRANCIA-MONTENEGRO (22-23). El club representativo de Montenegro, Buducnost, ya dio la sorpresa hace tres meses al ganar la final de la Champions al favorito Györi, y allí estaban Popovic -que se retirará tras los Juegos- y Katarina Bulatovic. Ayer ambas, con 6 goles cada una, lideraron a su selección hacia un enorme triunfo que selló Bulatovic en el último segundo.