Ayer entraron en vigor las limitaciones de los sueldos en las cúpulas de entidades que han recibido ayudas públicas o han sido intervenidas por el Estado. «Límites» realmente laxos que fijan una máximo de 600.000 euros para las que han recibido ayudas y de 300.000 en las que han sido intervenidas. Lo cierto es que es fácil concluir que lo que pretenden es tomarnos el pelo. Desde luego, el bochorno es total, y no por la ola de calor.