udate | RAQUEL ANDUEZA, SOPRANO
«El amor es un tema universal en la música, todos lo hemos vivido»
El Ciclo de Música Antigua de la Quincena Musical llega a su fin esta tarde con un recital de La Galanía, grupo formado por la soprano Raquel Andueza y el tiorbista Jesús Fernández Baena. Cantarán a la locura por amor en un programa titulado «Yo soy la locura».
Mikel CHAMIZO | DONOSTIA
La soprano iruindarra Raquel Andueza ha actuado ya en anteriores ediciones de la Quincena Musical, interpretando a Dido en la ópera «Dido y Eneas» de Purcell y en varias ocasiones con el grupo vocal La Colombina. «Yo soy la locura» será su primer recital en solitario en Santa Teresa.
El recital de esta tarde tiene un nombre muy sugerente, «Yo soy la locura». ¿En qué consiste?
«Yo soy la locura» es el título de una canción de Henry du Bailly, un compositor francés del Barroco. El título vertebra una sucesión de canciones muy particulares, porque están escritas en castellano pero proceden de colecciones de música europeas, en concreto de Francia e Italia. La idea surgió cuando Jesús Fernández Baena, el tiorbista del grupo, encontró una canción de Jean Baptiste Lully escrita en castellano, «Sé que me muero». Nos gustó tanto que nos pusimos a investigar para completar el programa con un repertorio procedente de toda Europa e inspirado en el tema de la locura por amor.
¿Por qué la locura ha sido un tema tan fascinante para escritores de canciones de todas las épocas?
Pienso que es porque todos hemos vivido la locura del amor a lo largo de nuestra vida, de una u otra forma y en una o varias ocasiones. Muchos compositores, al igual que los poetas, purgaron sus dolores y amoríos no correspondidos con estas canciones de amor desesperado. Si lo piensas, es exactamente lo mismo que hacen ahora los músicos pop. Hay canciones pop que tratan de otras cuestiones, las bailamos y nos pueden gustar mucho, pero al final, cuando llega una buena canción de amor, casi siempre es la que más éxito cosecha por su capacidad para identificarse con nuestros sentimientos más frágiles.
Su voz va a estar completamente expuesta, pues se hace acompañar tan solo de una guitarra y una tiorba. ¿Es duro enfrentarse a recitales como este?
Sí, cuando haces un programa tan íntimo, con muy pocos instrumentos, la voz tiene tanta carga y presencia que puede resultar agotador. Te sientes mucho más arropada sicológicamente cuando cantas con una orquesta grande a tus espaldas. Pero al mismo tiempo, estos recitales íntimos son una experiencia muy bonita, porque te sientes a tus anchas para narrarle historias al público. El que escucha puede apreciar perfectamente lo que los músicos pensamos, ahí radica la belleza de este tipo de programas. Es un reto, pero también un ejercicio muy grande de comunicación directa.
¿No se vuelve un poco loca usted misma de tanto cantar a la locura?
Cuando uno se vuelve loco no se da cuenta, me temo, por lo que habría que preguntarle a la gente que tengo alrededor -dice entre risas-. Cantar en realidad es como ser actriz: cuando termina el concierto tienes que desprenderte del personaje que te has creado, si no quieres que te termine afectando.
En el Ciclo de Música Antigua de la Quincena le conocen bien, desde los años de La Colombina. ¿Le hace ilusión volver protagonizando un recital en solitario?
Me hace muchísima ilusión. Siendo de Pamplona, la Quincena es el festival grande que yo tenía cerca y al que venía desde los 15 años. Aquí vi a La Colombina por primera vez, años antes de que yo empezase a cantar con ellos. Venir ahora como solista es cumplir un sueño de mi juventud.
«Cantar en realidad es como ser actriz: cuando termina el concierto tienes que desprenderte del personaje que te has creado»
«Estos recitales íntimos son una experiencia muy bonita, porque te sientes a tus anchas para narrarle historias al público»
Además de su actividad musical, a Raquel Andueza le ha tocado ser emprendedora y crear su propio sello discográfico, Anima e Corpo. Tal y como está el mercado de la discografía, es una opción por la que cada vez optan más músicos. «Teníamos alguna oferta de discográficas potentes para grabar con ellos -explica Andueza-, pero elegimos crear nuestro propio sello para tener todo el control y la libertad de escoger el repertorio y producirlo como nosotros quisiéramos».
Opina que las discográficas ya no son lo que eran. «Antes tenías muchísimas ventajas, comerciales y económicas, cuando te llamaba una gran discográfica. Pero el mercado ha cambiado y mucha gente se inclina por la autoproducción». De momento les va bien, están preparando una segunda edición de su primer disco -el que recoge «Yo soy la locura»- y preparan un segundo lanzamiento con música italiana del siglo XVII. En el futuro les gustaría crecer, y «sacar trabajos de otros compañeros nuestros del mundo de la música antigua, pero tenemos que ver cómo encauzarlo, porque somos muy pequeños», declara, prudente, la iruindarra. M.C.