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La ONU contradice a Madrid y asegura que su personal se quedará en Tinduf

La oficina de Naciones Unidas para el Sahara Occidental en Tinduf (Argelia) considera que no hay motivos para que el personal extranjero que el organismo internacional tiene trabajando en los campamentos de refugiados saharauis sean evacuados por motivos de seguridad, en contra de lo manifestado por el Gobierno español para evacuar hace dos semanas a los cooperantes que se encontraban allí, y aseguró que permanecerá en Tinduf.

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El jefe de la Misión de la ONU para el Referéndum en el Sahara Occidental (Minurso), Omar Bachir Manis, contradijo el miércoles al Gobierno español al asegurar que no hay motivos para la evacuación de los extranjeros que trabajan en los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf, por lo que aseguró que el personal de Naciones Unidas se quedará allí.

Manis, que trasmitió este mensaje durante la reunión que mantuvo por la noche con los cooperantes procedentes del Estado español que visitan estos días los campamentos en respuesta a la decisión de Madrid de repatriar, a finales de julio, a los voluntarios de Tinduf debido a una amenaza de secuestro inminente, no quiso enjuiciar la medida tomada por el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo,

«Nosotros seguimos trabajando aquí», señaló el responsable de la ONU durante la sesión de trabajo con presencia de medios de comunicación celebrada en la oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en el campamento de Rabuni, a unos 25 kilómetros de Tinduf, al suroeste de Argelia.

Naciones Unidas cuenta con 23 cooperantes extranjeros en los campamentos, que trabajan para la Minurso, ACNUR y el Programa Mundial de Alimentos (PMA).

Según Manis, cuando el Gobierno español les comunicó a final de julio que iba a repatriar a los cooperantes, la orden que se dio al personal de la ONU fue «quedarse en casa durante tres días y evitar desplazamientos», con el fin de «dar tiempo a buscar una solución».

«Nos reunimos con los saharauis para estudiar medidas extra de seguridad. Pasados los tres días, las actividades volvieron a la normalidad», explicó.

Manis recordó que desde el atentado que hubo en Irak contra la sede de la ONU en agosto de 2003, en el que murieron 22 personas, la seguridad de la plantilla es una «prioridad alta».

El responsable de la Minurso en Tinduf reconoció que el secuestro de los cooperantes Enric Gonyalons, de MunduBat; Ainhoa Fernández de Rincón y Rossella Urru el pasado 22 de octubre supuso un «punto de inflexión» en los campamentos después de muchos años en los que «la tranquilidad fue habitual» en la zona.

Este secuestro dio pie a establecer un trabajo conjunto para reforzar la seguridad de los cooperantes y la puesta en práctica de una serie de medidas, apuntó.

«Sobre ese documento hemos trabajo juntos», dijo Manis respecto al comité de seguimiento integrado por la Minurso, las agencias de la ONU, las autoridades saharauis y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid), que ahora ya no está presente en Tinduf.

Admitió que las medidas de vigilancia adoptadas obligará a que haya un mayor control de los movimientos de quienes vienen de fuera a pasar unos días alojados con las familias saharauis.

La seguridad es «total» en los campamentos, según CEAS-Sahara

La seguridad en los campamentos de refugiados saharauis de Tinduf es «total», según asegura la Coordinadora Estatal de Asociaciones Solidarias con el Sahara, organizadora del viaje que una treintena de cooperantes y activistas realiza a la zona tras su evacuación por el Gobierno español para demostrar su confianza en la seguridad que ofrecen los campos, al ver la mano de Marruecos tras la decisión adoptada por Madrid.

En declaraciones a Europa Press desde el campamento de Smara, a unos 50 kilómetros de Tinduf, el presidente de CEAS-Sahara, José Taboada, explicó que el grupo está «escoltado» en todo momento por la seguridad del Frente Polisario, que proteje la caravana en la que se desplaza la delegación.

Duermen en el mismo pabellón del campamento de Rabuni en el que fueron secuestrados tres cooperantes en octubre. «Me imagino que habrá vigilancia, la misma o más que hace nueve meses», cuando el Polisario reforzó su seguridad, afirmó.

Taboada alertó de que la población saharaui de los campamentos se enfrenta a una nueva emergencia humanitaria, pues la Media Luna saharaui tiene poco stock de alimentos en sus almacenes. «Nos piden alimentos y material escolar. Necesitan harina, aceite, azúcar, las cosas más básicas para sobrevivir en los campamentos», relató.

Por eso CEAS-Sahara lanzará a la vuelta de este viaje, el sábado a mediodía, una campaña de recogida de alimentos en el Estado español.

Taboada también ha adelantó que invitarán al ministro español de Exteriores, José Manuel García-Margallo, a que visite los campamentos y compruebe por sí mismo el grado de seguridad que ofrecen. GARA

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