Los rebeldes sirios abandonan Salahedin por la presión del Ejército
GARA |
Los intensos bombardeos del Ejército sirio obligaron ayer a los rebeldes a abandonar en una «retirada táctica», según dijeron, su bastión de Salahedin, en la ciudad de Alepo, donde las tropas leales al régimen y los insurgentes libran una batalla crucial.
El presidente sirio, Bashar al-Assad, nombró, por su parte, a su nuevo primer ministro, Waled al-Halki, que desde ayer ocupa el cargo dejado por Riyad Hiyab.
Mientras tanto, Irán, un fiel aliado del régimen sirio, ha organizado para hoy en Teherán una «reunión consultiva» sobre la crisis en Siria, a la asiste una treintena de países, incluidos Rusia, China, Irak, Afganistán y Pakistán. Esta cumbre alternativa pretende denunciar la escalada de violencia de los grupos armados irregulares y fomentar un diálogo nacional «serio e inclusivo» entre las partes beligerantes, para solucionar el el conflicto por vías pacíficas.