La selección francesa de fútbol femenino, eterna candidata a las medallas, cumplió a rajatabla la máxima de que el que perdona la paga. Hasta siete ocasiones clarísimas de gol dispusieron las de Bruno Bini, pero unas veces los palos y otras la falta de puntería evitaron que el conjunto galo se pusiese por delante en el marcador.

Canadá, a la expectativa y defendiéndose como gato panza arriba, se plantó en el tiempo añadido con un escaso bagaje de un solo acercamiento a la meta contraria en los anteriores 91 minutos. Sin embargo, su segunda aproximación -se cumplía el 92- fue letal. Una jugada un tanto embarullada fruto del cansancio propició que Diana Matheson se encontrase sola rematando a gol. La centrocampista canadiense daba a su país el primer bronce de su historia en esta modalidad deportiva en unos Juegos Olímpicos. Las francesas se quedaban destrozadas tras haber llevado la iniciativa y firmar las mejores ocasiones sin el consiguiente premio.

Semifinal amarga

Es cierto que Canadá, si nos atenemos a los méritos de unas y otras, no mereció colgarse el metal, pero si en el cómputo de su participación sumamos la reñida y posteriormente perdida semifinal con Estados Unidos, también se hizo merecedora al bronce. En dicha semifinal fue hasta en tres ocasiones por delante en el electrónico antes de caer frente a las yankies.

Francia fue una auténtica tromba de juego y oportunidades en el segundo tiempo, sabedora de su mejor condición física y técnica. Elodie Thomas inició la secuencia en el 62 rematando al palo. Dos minutos más tarde Le Sommer desperdició una asistencia de gol y de nuevo la ariete gala, en el 67, soltó un zurdazo pegado al palo. El rosario de ocasiones continuó en el 70 cuando Corine Franco ya cantaba el 1-0, pero Desiree Scott sacaba bajo palos.

A falta de dos minutos para el tiempo reglamentario, Le Sommer pudo poner justicia a lo visto sobre el campo, pero a su cabezazo le faltó dirección y se escapó por encima del larguero. Con los últimos instantes del choque, Canadá se zafó del dominio, adelantó líneas para intentar evitar que Francia le embotellase y se encontró con un lance en el que definió la medalla. Canadá, que organizará el Mundial de 2015, alcanzó su mayor hito histórico.