Al final la ventaja de los Estados Unidos fue de 13 tantos, 73-86, básicamente porque el cansacio agotó a las australianas, que no tienen una rotación tan profunda como su rival, y sufrieron la lesión en el ojo de Jennifer Screen. Además, una vez que la renta norteamericana llegó a los 10 tantos, bajaron los brazos.

Pero durante 30 minutos, las opals rozaron la sorpresa, de la mano de la gigantona Liz Cambage, que dio un clínic al poste bajo en los 20 primeros minutos, hasta que la defensa en zona estadounidense la frenó en seco. Su rival de la final de mañana será Francia.

La selección oceánica salió a la cancha a jugársela y con todo el acierto del mundo. Las defensas no apretaban, de modo que jugadoras como Maya Moore o Lauren Jackson podían hacer gala de su excelente muñeca. Al final del primer cuarto Australia dominaba 22-20 y el seleccionador estadounidense Geno Auriemma torcía el morro.

Australia dominaba el rebote y hallaba con facilidad a la pívot Cambage, autora de sus 19 puntos en la primera mitad -mostrando que no solo tiene sus 2,03 metros, sino que le sobran recursos y, a sus 21 años, cumplirá 22 el día 18, el futuro es suyo-, cargando además de faltas a las pívots rivales. Australia tuvo 7 puntos de renta, 45-38, aunque al descanso los Estados Unidos salvaban los muebles: 47-43.

Australia termina agobiada

Tras el receso, el partido cambió. Los Estados Unidos cambió su defensa a una zona 2-3, y puntualmente a una match up con aspecto de zona 2-3, pero en la que la jugadora con balón recibía un marcaje individual. La idea era agobiar a las opals, que no lograran meterle balones a Cambage, algo de lo que se encargó con su defensa la pívot Tina Charles -con 14 puntos, má xima anotadora norteamericana junto con Diana Taurasi-.

Las australianas se obcecaron en tirar de tres al no poder conectar con su pívot referencial -4 de 16- y erraron demasiados tiros libres -11 de 18, con fallos de Jackson y Cambage fruto del cansancio-. Además, el exceso de pérdidas -20 en total- les pasaba factura a las opals.

En los últimos minutos, con Australia cansada y cabizbaja, Estados Unidos pudo amarrar su victoria con comodidad. Su rival será la selección de Francia, que al filo de la medianoche se imponía en la segunda semifinal a Rusia por 64-81.