atletismo | Séptima jornada
Bolt encabeza un 200 jamaicano
El «Relámpago» logra un doblete inédito, secundado por sus compañeros de entrenamiento Blake y Weir, tras dominar su distancia predilecta en 19.32. El keniata Rudisha mejora su récord mundial de 800 metros con 1:40.91 en presencia de Coe, antiguo propietario.
Asier AIESTARAN-Miren SÁENZ
Sin récord del mundo, ni siquiera olímpico y con la habitual puesta en escena Usain Bolt defendió su título en el 200 para continuar sumando méritos al palmarés del mejor velocista de todos los tiempos. Ayer consiguió su cuarto título individual, repitió el doblete logrado en Beijing y superó en este aspecto al mismísimo Carl Lewis.
Era un hito inédito, como lo han sido otras de sus gestas, pero definitivamente ha demostrado que está de vuelta y por encima del resto de los atletas, incluidos los pocos que alguna vez amenazaron su territorio.
Con viento a favor de +0,4 m/s, el rey de la velocidad firmó 19.32, a dos centésimas de su récord olímpico, perseguido por sus compatriotas Yohan Blake, segundo con 19.44, y Warren Weir, tercero, en 19.84 para completar un triplete jamaicano, entrenado por el mismo técnico Glen Mills. El resultado es histórico para la isla caribeña, pero no para el olimpismo pues en Atenas'2004 ya lo hicieron Shawn Crawford, Bernard Williams y Justin Gatlin cubiertos en la capital griega con las banderas de las barras y estrellas.
Bolt dominó esta final predecible con la única duda del bronce. El termómetro se había puepuesto de su parte, subiendo hasta los 25 grados. Apostado en la calle siete, pedía silencio a ese estadio enfervorecido ante su presencia, saludaba al cielo y a continuación intentaba poner en marcha esos 93 kilos de peso repartidos en 1,96 metros de estatura que hay que levantar. Solo el sudafricano Jobodwana y Quinonez, el primer ecuatoriano en una final de este rango, tuvieron peor tiempo de reacción. Salió en 180 milésimas y se benefició de una curva más abierta. Blake, instalado en la cuatro, partió en 172 milésimas pero tampoco esta vez la Bestia pudo con el mejor.
Hace cuatro años en el Nido pequinés, el Relámpago asombró al mundo con sus oros y sus plusmarcas: 100 m (9.69) y 200 m (19.30). Un año después en Berlín retocaba sus tesoros, -9.58 en 100 m y 19.19 en 200- plusmarcas siderales que de momento seguirán ahí. Tras un verano de dudas, las ha despejado en Londres con dos victorias magistrales.
Lo de convertirse en leyenda parece un mantra pero ya lo era. Tiene otros méritos. Asequible y divertido al aficionado le encanta. Ha traído aires nuevos al atletismo. No hace tanto los prolegómenos del sprint eran un sinfín de miradas amenazadoras, ahora parecen una juerga.
Contagia hasta a sus adversarios. Spearmon, el único americano que podría alimentar la batalla USA-Jamaica, como ellos bajó de los 20 segundos y el holandés Martina vacilaban en los prolegómenos.
Tenían motivos, descalificados en la gran final de Beijing volvían a estar allí aunque fuera para quedar cuarto y quinto. Sexto fue el único blanco de la final, el francés Lemaitre. Todavía tiene futuro. Es el tiempo de Jamaica, la pequeña isla caribeña que celebra estos días los 50 años de independecia de la isla y las medallas de sus fabulosos velocistas. Ellos apostaban por el triplete y han acertado. Gente tan ligada al atletismo como el organizador de los Campeonatos escolares de Jamaica estaba con la megaestrella, salvo uno, el padre de Blake, que después de la final del domingo afirmó tajante: «Yohan ganará los 200». Falló pero no hubo lágrima, ahora todo son sonrisas.
El otro gran momento de la jornada llegó en la final de 800 metros, donde el keniata David Lekuta Rudisha logró el primer récord mundial de atletismo en los Juegos de Londres, mejorando su anterior plusmarca y convirtiéndose en el primer hombre que logra bajar del 1.41 en la distancia (1:40.91). Campeón del mundo el año pasado en Daegu y dominador de la prueba en los últimos dos años, Rudisha sumó su primer título olímpico.
Es la tercera vez que el keniata bate la plusmarca. La primera fue en Berlín en 2010 (1:41.09) y la segunda una semana después en Rieti (1:41.01). El hombre que sacó de las tablas al mágico Wilson Kipketer, su excompatriota que como danés también renovó su registro en tres ocasiones, emuló a otro histórico de la prueba como el cubano Alberto Juantorena, que en Montreal'76 acompañó su medalla de oro con la plusmarca mundial.
Rudisha salió a por el récord desde la primera zancada, cogiendo la cabeza de la carrera -lo suele hacer habitualmente- y poniendo un ritmo imposible para todos los demás. Con varios metros de ventaja respecto a sus rivales, la emoción estuvo en ver el tiempo del vencedor, que ya había dicho que no le parecía descabellado bajar de 1.41 -sí se lo parece bajar de 1.40, aunque visto lo de ayer se puede esperar cualquier cosa-.
«Me he preparado muy bien este año pero no me fiaba de la victoria -señaló el nuevo campeón olímpico a la BBC-. Las condiciones eran perfectas para intentar el récord, sabía que podía correr en 1.40». Sobre la presencia de Sebastian Coe en las gradas, el que fuera récordman de 800 y actual miembro del COI, dijo que «es un buen amigo. Vine aquí a principios de febrero y me llevó a ver el estadio. Le dije que estaría orgulloso de mi actuación aquí».
Y si, a sus 23 años, a Rudisha le quedan muchos y buenos años de atletismo por delante, qué decir de los dos atletas que completaron el podio de 800, dos juniors que también pulverizaron sus plusmarcas personales. La plata fue para Nijel Amos, un chaval de 18 años de Botswana que ayer bajó de 1.42, mientras que el bronce correspondió a otro keniata, Timothy Kitum, que tiene solo 17 años.
La final femenina se disputará mañana con Caster Semenya como rival a batir. En las semifinales de ayer fue la sudafricana que se vio obligada a demostrar su feminidad ante la IAAF la que marcó el mejor tiempo (1:57.67), por delante la rusa Arzhakova y la keniata Busienei, demostrando un gran estado de forma.
Los concursos
En las otras finales de la jornada, que se vieron eclipsadas por los grandes acontecimientos que tuvieron lugar en el día de ayer, el estadounidense Christian Taylor, en triple salto masculino, se colgó el oro.
Taylor, actual campeón del mundo, se impuso con un salto de 17,81 metros, logrado en su cuarto intento con un viento a favor de 0,6 metros por segundo, que supone la mejor marca de la temporada. En la ciudad que vio nacer al gran Jonathan Edwards, plusmarquista de la disciplina (18,29), Taylor superó a su compatriota Will Claye (17,62), bronce en la longitud y plata ayer a pesar de liderar el concurso durante mucho tiempo. El italiano Fabrizio Donato (17,48) se llevó el bronce a sus 35 años por delante de su compatriota Daniele Greco.
En la jabalina, Spotakova revalidó su título de Beijing con un lanzamiento de 69,55 metros, mejor marca del año, continuando con los éxitos de la gran escuela checa y superando con autoridad a las alemanas Christina Obergfoll (65,16) y Linda Stahl (64,91). La sorpresa negativa fue el mal concurso de la rusa Maria Abakumova, campeona del mundo y subcampeona olímpica en 2008, que no pudo acceder a la mejora.
Eaton, oro en decatlón
Casi sin dormir, los más afortunados no habíán superado esta noche las cuatro horas de sueño, los superatletas se plantaron en el estadio para afrontar su segunda jornada de trabajo. Los 110 metros vallas de apertura de jornada requieren estar bien despierto. Ashton Eaton lo sabe, no ganó la serie, le superó por dos centésimas su compatriota Trey Hardee, pero los 13.56 del plusmarquista fueron un buen comienzo para ganar su primer decatlón olímpico.
El reciente plusmarquista mundial dejó el concurso visto para sentencia al ceder sólo 71 puntos en jabalina. La carrera de 1.500 metros que clausura el decatlón no modificó las posiciones y el de Portland se impuso con un total de 8.869 puntos y 24 por debajo del récord olímpico que Roman Sebrle, firmó en Atenas. El checo se retiró lesionado en la primera prueba. De 31, concluyeron 26.
Terminar un decatlón ya es ganar, De los 31 hombres que el miércoles iniciaron el recorrido. Tres cayeron el primer día, XXXX se sintieron campeones.
La república Checa intentará hacer doblete en la final masculina de mañana por medio de Vitezlav Vesely, autor del mejor lanzamiento en la calificación haciendo honor a su compatriota Jan Zelezny, legendario lanzador y poseedor todavía del récord mundial (98,48).
La alemana Ariane Friedrich, campeona mundial en Berlín'2009, resultó eliminada ayer en la calificación de salto de altura después de intentar, sin éxito, que el juez de competición admitiera en la final a las catorce atletas que habían saltado 1,93, tres centímetros por debajo de la marca oficial requerida.
Bahamas, Estados Unidos, Trinidad y Tobago, Gran Bretaña, Cuba, Bélgica, Rusia, Venezuela y Sudáfrica disputan esta noche la final de los 4x400 metros masculinos, que clausura la jornada, después de una clasificación movida. Ayer hubo trabajo en los despachos. No una sino las dos series matinales resultaron accidentadas. En la primera Kenia terminó descalificada después de que Mumo Kilu chocara con el sudafricano Mogawane, que debía entregar el relevo a Pistorius y no pudo hacerlo. El primer amputado que participa en unos Juegos Olímpicos podrá cumplir su sueño corriendo por fin la tercera posta ya que el Jurado de Apelación terminó considerando sus razones.
En la segunda Venezuela se vio en la calle por obstruir a Australia en el segundo relevo, pero su reclamación prosperó y también hoy estarán en la final. No así República Dominicana, con un cuarteto que hubiera dado juego. Cuesta, Félix Sánchez, de nuevo campeón de 400 metros vallas, Mejía y Luguelín Santos, subcampeón 400 metros, quedaron eliminados atendiendo al artículo 170.1, que señala que «a los atletas no les está permitido empezar a correr antes de la zona de transferencia, y deberán comenzar dentro de dicha zona. Si un atleta no cumple con este artículo, su equipo será descalificado». Para completar el desastre en esta misma serie la lesión de Jermaine Gonzales en la tercera posta provocó el abandono de Jamaica. Se había rumoreado la posibilidad de que Bolt doblara en los dos relevos. Ya no podrá hacerlo. Hubo algo bueno, Bahamas y USA volaron en las series, nadie había corrido en 2:58 en esa fase y encima Mitchell lo hizo con rotura de peroné. M.S.