Gimnasia rítmica Final individual
Evgeniya Kanaeva, la gimnasta infalible
La gimnasta rusa es la primera en la historia que consigue revalidar el oro.
Jon ORMAZABAL
En deportes como la gimnasia rítmica, en los que cualquier error, por mínimo que sea, se penaliza tanto, la fiabilidad es una característica irrenunciable para aspirar a lo más alto. Sobre esa base, la técnica, la precisión, el arte, la expresividad y la competitividad ponen los matices, pero la rusa Evgeniya Kanaeva volvió a demostrar ayer que parte con una gran ventaja sobre las demás; sabe que nunca va a fallar. En London volvió a hacer gala de su infalibilidad y sumó su segundo título a su extenso palmarés al ganar el concurso completo de gimnasia rítmica en una final que dominó de principio a fin.
En un deporte con estrellas tan efímeras como la gimnasia, Kanaeva, que ya ganó el oro en Beijing'2008, es la primera gimnasta que hila dos victorias olímpicas consecutivas desde que esta disciplina entró en los Juegos, en Los Angeles 1984.
Kanaeva sumó 116,900 puntos, por 114,500 de su compañera Daria Dmitrieva, que se hizo con la plata, y 111,700 de la bielorrusa Liubou Charkashyna, ganadora del bronce en dura competencia con la azerbaiyana Aliya Garayeva (111,575), la única superviviente de la final de Beijing 2008 junto con Kanaeva.
Final sin misterio
Fue el único misterio de la final, porque la lucha por el oro se decantó de primeras por Kanaeva, tres veces consecutivas campeona del mundo. Con notas de 29,350 en aro, 29,200 en pelota, 29,450 en mazas y 28,900 en cinta se aseguró la victoria.
Superó con seguridad el elemento en el que falló el viernes, en el aro, estuvo exquisita con la pelota y casi perfecta con las mazas, el ejercicio en el que mejor muestra su expresividad.
Con la cinta no fue capaz de repetir el espléndido ejercicio de la ronda de clasificación y sufrió dos pequeños contratiempos -la varilla le rebotó en el hombro antes de caerle en la mano y la cinta se le trabó en una oreja- que le dieron su única nota por debajo de los 29 puntos. Pero, en todo caso, el margen ya era insalvable para Dmitrieva a falta del último ejercicio de ésta.
Fue la cinta la única modalidad en la que Dmitrieva, de 19 años y que garantiza la continuidad de la escuela rusa, quedó por delante de su compañera. El bronce, que parecía tener en la mano la azerbaiyana Garayeva, se lo quitó tras una sentida interpretación con la cinta la bielorrusa Charkashyna, que acabó su ejercicio llorando, consciente de que su actuación podía llevarla al podio. La que lloró luego fue Garayeva, cuando se vio fuera de las medallas.
Los Juegos han servido para descubrir a nuevos valores para el próximo ciclo olímpico, como la surcoreana Yeon Jae Son, de solo 18 años, que fue quinta.
Después de la magnífica actuación individual de sus dos gimnastas más destacadas -Kanaeva y Dimitrieva fueron oro y bronce con cierta ventaja sobre el resto de sus rivales-, Rusia aspira esta tarde a completar el pleno que lleva en este segundo milenio.
El equipo ruso ha ganado ganado todos los oros olímpicos en gimnasia rítmica desde Sidney 2000, tanto en individual como en conjuntos, y parten como grandes favoritas en la final de esta tarde. A pesar de que las notas de la clasificación no se arrastren para la final, Rusia fue primera con 56,375 puntos, seguida por Italia (55,800), Bielorrusia (54,750) y Bulgaria (54,625). GARA