Una hora y ocho minutos de música, dos horas y 45 minutos de espectáculo, 30 canciones británicas «de repercusión mundial», famosos artistas británicos -están confirmados los Monty Python y las Spice Girls- e internacionales; la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos será esta noche «una fiesta» que celebrará «lo que han hecho los atletas y lo que ha hecho Londres» en las últimas dos semanas.

El coreógrafo Kim Gavin, que dirigirá la ceremonia, dijo ayer en conferencia de prensa que será «una celebración colorista» y que para él ha supuesto «una bendición de trabajo».

«Una sinfonía de la música británica», nombre del espectáculo, comenzará con una puesta de sol sobre Waterloo, lo que sugiere la aparición de Ray Davies, de The Kinks, para cantar «Waterloo Sunset», aunque el director no quiso anticipar nombres. «Estamos determinando el cartel definitivo. Hasta mañana -por hoy-, cualquier cosa puede suceder», dijo.

«No será un concierto de rock en el que canta un artista, se presenta al siguiente, canta otro artista... Se pasará de uno a uno sin interrupciones», adelantó.

81 millones de libras

El presupuesto de la ceremonia no está desglosado al detalle, explicó Stephen Daldry, director ejecutivo de las ceremonias, que calculó un coste de unos 81 millones de libras entre las dos de inauguración y clausura en Juegos Olímpicos y Paralímpicos.

A las 22.00 de esta noche, con el Estadio ya adaptado a las necesidades de la ceremonia -el maratón de hoy se corre por la calles de Londres-, comenzarán las celebraciones que cerrarán los Juegos. La premura de tiempo para organizarlo era el principal reto para los organizadores.

Río de Janeiro, ciudad organizadora de los Juegos de 2016, tendrá un espacio reservado en la fiesta.