Udate
Las conchas buscan dueño
Con la incorporación de primeras espadas como Costa-Gavras, Laurent Cantet y Lasse Hallström, la sección oficial de la próxima edición del Festival de Cine de Donostia busca ser tan redonda como el número que alcanza: nada menos que la 60 edición. A falta de conocer los premios Donostia y algún detalle más, que parece no se harán esperar, nuestra gran cita cinematográfica está casi completa.
Amaia Ereñaga
Zinemaldia se había guardado los nombres con mayor empaque para el final y, con el anuncio de los cuatro últimos títulos que faltaban, la lista de las películas que competirán por la Concha de Oro ya está al competo. La sección oficial será una mezcolanza de nombres de cineastas de reconocido prestigio internacional como Costa-Gavras o Lasse Hallström, viejos conocidos -y premiados- en ediciones pasadas como el kurdo Bahman Ghobadi o el argentino Carlos Sorín, una importante presencia del cine francés -tres títulos, firmados por nombres tan importantes como Ozon, Cantet y Costa Gavras- y nada menos que cuatro representantes del cine estatal, aunque en este último apartado se incluya a la colaboración del italiano Sergio Castellitto y Penélope Cruz.
A falta de saber cuál será la película de clausura, ya podemos empezar a «visualizar» por dónde irá la edición número 60 de Zinemaldia; una edición en la que el equipo dirigido por José Luis Rebordinos ha tenido que luchar y bandear la brutal crisis económica que padecemos. La demostración más palpable: el día de huelga general convocado por los sindicatos vascos en pleno festival, el miércoles 26 de setiembre, y que no se sabe qué repercusión tendrá en la cita cinematográfica.
La llegada de Susan Sarandon y Richard Gere con «Arbitrage» (El fraude) será un arranque perfecto: dos estrellas y, además, comprometidas socialmente. No dan juego en las apuestas por quién recibirá el premio Donostia este año -ambos lo tienen ya-, pero, pese a todo, los dos actores darán brillo a la gala inaugural del viernes 21 de setiembre. El filme que protagonizan, además, ha recibido excelentes críticas en el Festival de Sundance y aquí se proyecta fuera de competición. Ópera prima de Nicholas Jarecki, es un thriller en el que el personaje de Gere es un magnate de las altas finanzas que, del cielo, pasa al infierno al descubrirse sus miserias económicas y sentimentales. El cine es un reflejo de la sociedad e incluso más, como mantiene el cineasta francogriego Constantin Costa-Gavras, quien sí compite por la Concha de Oro con «Le Capital», un thriller político basado en la novela homónima de Stéphane Osmont sobre la actual crisis.
Considerado en justicia como el principal iniciador del llamado «cine político», el actual director de la Cinemateca Francesa es un intelectual al que tampoco le van las etiquetas: «Nunca he dicho que mis películas sean políticas -afirmaba en una entrevista reciente-. Hago películas sobre nuestra sociedad, sobre lo que veo. Somos contadores de historias en imágenes. En realidad, todo es política, lo son las películas de Esther Williams, que a mí me hicieron creer que todo el mundo en EEUU vivía en casas con moqueta y piscina, o las de Schwarzenegger, que hacen creer que se pueden ganar todas las guerras con músculos». Suyos son títulos como «Estado de sitio», «Z», «Missing» o «La caja de música». Para «Le Capital», se ha basado en la novela del mismo título de Stéphane Osmont, que retrata lo que el cineasta considera la religión del siglo XXI: el dinero. Como actores principales, nada menos que Gad Elmaleh y Gabriel Byrne.
Pasará primero por el Festival de Toronto, como muchos de los títulos que llegarán a Donostia, entre ellos los otros dos franceses a competición: «Foxfire», película rodada en inglés por el siempre interesante Laurent Cantet; y «Dans la maison», de François Ozon. Ambos, por cierto, han ganado ya premios en Donostia. Laurent Cantet (autor de «Entre les murs», Palma de Oro en Cannes en 2008) ha adaptado «Confesiones de una banda de chicas», una novela de la estadounidense Joyce Carole Oates. Un reparto de desconocidas dará vida a las cinco adolescentes de una pequeña localidad del estado de Nueva York en los años 50 que rechazan las normas sociales y fundan la sociedad secreta Foxfire con el objetivo de vengarse de las humillaciones brutales de los hombres. Ozon, por su parte, es más intimista con una especie de juego de realidad y ficción entre un profesor y su alumno.
Hallström y la novela negra sueca
El sueco Lasse Hallström, el de títulos como «Mi vida como un perro» o «Las normas de la casa de la sidra», también ha optado por adaptar una novela, en este caso un best seller de la novela negra nórdica de Lars Kepler con el que cambia totalmente de registro. Esta es la primera de la serie de novelas de corte policial firmado por Lars Kepler (seudónimo bajo el que escribe el matrimonio formado por Alexander Ahndoril y Alexandra Coelho), un seudónimo que homenajea a Stieg Larsson (autor de la saga literaria Millenium), y al astrónomo alemán Johannes Kepler. «Hynotisören» (El hipnotista) es un thriller con una pinta estupenda que narra la investigación policial que llevan a cabo un comisario judicial y un hipnotista para descubrir al autor de una salvaje matanza. Entre los protagonistas, Lena Olin.
El kurdo Bahman Ghobadi, que tiene nada menos que dos Conchas de Oro a sus espaldas por «Las tortugas también vuelan» (2004) y «Half Moon» (2006), ha contado con Mónica Belluci y Behrouz Vossughi para contar la historia de Sahel, un poeta kurdo-iraní que es liberado tras pasar treinta años en prisión y trata de reunirse con su esposa que lo cree muerto. El filme ha sido rodado en Turquía. Otro recurrente del festival -ha concursado cuatro veces- es el argentino Carlos Sorín, quien presenta «Días de pesca», la historia de un exalcohólico que busca desintoxicarse con la pesca en Patagonia.
El resto de los filmes a competición, en el apartado internacional, proceden de China («All apologies», la tercera película de la directora Emily Tang), el viaje al pasado de la sociedad europea que emprende la realizadora austriaca Barbara Albert («Die Lebenden») y la adaptación del best seller de Yasmina Khadra a cargo del libanés Zaid Doueiri («The Attack», con un cirujano israelí de origen palestino cuya mujer es autora de un sangriento atentado). El italiano Sergio Castellitto vuelve a contar con Penélope Cruz para «Venuto al mundo», donde la actriz madrileña encarna a una mujer que regresa a Sarajevo con su hijo 16 años después de escapar del asedio. Y, respecto al cine estatal, Fernando Trueba viaja a la Francia ocupada con un reparto internacional entre el que aparece ni más ni menos que Claudia Cardinale; Pablo Berger estrena su versión en blanco y negro de «Blancanieves», con Maribel Verdú haciendo de madrastra, y Javier Rebollo mete a José Sacristán en la piel de un viejo y divertido asesino a sueldo en «El muerto y ser feliz».