El presunto reportaje que ayer publicó «La Razón» con el llamativo título de «País Vasco, más taurinos que abertzales» y el editorial que lo acompañaba son una maravilla a coleccionar en la antología del despropósito periodístico. Lean, lean ustedes y saquen sus propias conclusiones.

Según sus cálculos, «el año pasado 300.000 personas asistieron a las corridas de toros en la CAV. Y Bildu obtuvo 276.141 votos». Ergo, más taurinos que abertzales. El autor de semejante melonada debería saber algunas cosas básicas. Primero, que que todas y todos los abertzales no son de Bildu; y segundo, servidora conoce a votantes de Bildu a quienes les gustan los toros tanto como les disgustan los (y las) fachas españoles. Que se puede ser perfectamente abertzale y taurina, vaya. Luego esa ecuación, más que retratar una realidad, pretende incidir en ella. No pasa el examen de matemáticas y del sentido común.

Pero el vocero del facherío, erre que erre empecinado en que Bildu ha decidido abrir «un nuevo frente agresivo de limpieza ideológica» que pretende «asestar un golpe definitivo a la Fiesta Nacional y, por ende, a España», no tiene otra ocurrencia para justificar su posición que afirmar que las corridas de toros reportaron a Donostia «más de ocho millones de euros, además de mantener tres mil puestos de trabajo». Encima los presenta como «datos irrebatibles». Y se fumarán un puro y tan campantes.

¿Tres mil puestos de trabajo? Servidora piensa que tienen un delirio tan monumental que se creen que la salida a la crisis y la solución al problema del paro usa muleta y mata toros.

Y van más allá al afirmar que gracias a la «Fiesta Nacional» Donostia tiene una «Semana Grande muy rentable». ¡Que se lo digan a quienes conocen en verdadero estado de las arcas públicas de Donostia! Habrá pocos estropicios tan deficitarios como la plaza de Illunbe.

Y no contentos con una utilización tan pueril y patética de los números, llegan a la conclusión final de que «queda demostrado que los toros siguen siendo tan rentables, al menos más que la normalización del euskera». Sin comentarios.

La España casposa presenta los toros en Donostia como cuestión de vida o muerte. Solo por eso, servidora los aboliría con gusto.