Los Estados Unidos de Norteamérica han vuelto a entrar en guerra, y esta vez la nación invadida se corresponde con su propio territorio, ya que los ataques por tierra, mar y aire se llevan a cabo a través de las emisiones de televisión. Todavía no se han contabilizado las primeras víctimas, pero un grupo de premios Nobel y otras personalidades de la vida pública ya han advertido del peligro que corre la población si el programa en curso no se detiene.

Estamos hablando del reality televisivo «Stars Earn Stripes», cuyo título se puede traducir como «Las estrellas se ganan las barras», en clara alusión a la bandera y al mensaje patriótico que conlleva, queriendo manifestar así que los famosos también deben de dar ejemplo de sacrificio por su patria. El dinero que los concursantes ganen será destinado a los veteranos de guerra principalmente.

Por suerte, ningún rostro conocido del cine se ha sumado al casting, salvo en el caso de Dean Cain, que es hijo de militar. Lo curioso es que su padre fue un japonés que sirvió en el Ejército yanqui, por lo que los promotores del show castrense no podían haber buscado mejor actor para promocionar su particular banderín de enganche catódico.

Los principales diarios de Washington o Nueva York no cuestionan todo el contenido fanático relacionado con la idea del servicio a lo que representan las barras y las estrellas, limitándose a criticar una fórmula de entretenimiento basada en la preparación física y armamentística de las fuerzas especiales. Hasta llegan a decir que su emisión hubiera sido más valiosa como arenga al comienzo de la invasión de Irak.