El arranque del curso, después de un atípico periodo estival en el que no se ha registrado la habitual sequía informativa en cuanto a la actividad política, ha venido marcado, entre otros factores, por las consecuencias de la política penitenciaria y por la convocatoria de elecciones autonómicas en la CAV. En este segundo apartado, el mes de agosto se cerró ayer con un auténtico aluvión de actos políticos en Hego Euskal Herria que abrió, por la mañana, Laura Mintegi, en Bilbo, y que cerraron, ya entrada la noche, Iñigo Urkullu, en Zarautz, y Yolanda Barcina, en Iruñea.

Mintegi compareció ante la prensa para, primero, hacer un breve análisis de la actualidad política y, a continuación, plantear «una propuesta concreta» a Iñigo Urkullu, Patxi López y Antonio Basagoiti, quienes, como ella, llegarán al 21 de octubre como candidatos a lehendakari.

Comenzó recordando que en la víspera de la jornada electoral se cumplirá un año de la declaración de ETA en la que anunció que ponía fin a su actividad armada definitiva, lo que supuso «un hito en la historia de este país». Y añadió que tres días antes de esa jornada de reflexión, el 17 de octubre, se cumplirá el aniversario de la Declaración de Aiete, que calificó como «la nueva estrategia para acabar con la violencia en Euskal Herria y dar comienzo a la etapa de la paz».

La candidata explicó que EH Bildu entiende que allí se abrió «un escenario de diálogo y acuerdo planteando una hoja de ruta que podemos y debemos completar entre todos los agentes»; que la clase política debe «abandonar todos los cálculos cortoplacistas y de bloqueo para encarar, con todo su potencial, el nuevo tiempo abierto en este país»; que «Aiete es un punto de encuentro, de diálogo y de acuerdo que, más allá de coyunturas electores y partidistas, posibilita la construcción de esa Euskal Herria de futuro sustentada en un suelo democrático donde todos los proyectos puedan ser realizados»; y que «la solución no debe dividirnos, sino ser el objetivo común de los agentes políticos, sindicales y sociales».

No obstante, resaltó que de los cinco puntos de la Declaración de Aiete se han cumplido tres «y faltan dos, que no son baladíes: los gobiernos deben dar pasos y los agentes políticos deben buscar soluciones políticas, sin olvidar la consulta a las ciudadanas y los ciudadanos en caso de así considerarlo».

Es más, dijo que «en lugar de avanzar, el Gobierno español va para atrás» y trajo a colación que José María Aznar, durante su mandato, defendió en el Parlamento español «la negociación con ETA y la flexibilización de la política penitenciaria». En cambio, Mariano Rajoy se muestra «intransigente» ante la situación de Iosu Uribetxebarria y «va para atrás en el tema de la resolución del conflicto».

Poniendo el foco en Euskal Herria, Mintegi afirmó que «el panorama no es mucho mejor», ya que algunos partidos «siguen utilizando fórmulas del pasado, pidiendo condenas estériles, y no plantean ninguna propuesta para poner fin al ciclo de la confrontación».

«¿Qué estamos dispuestos a hacer para que la violencia desaparezca definitivamente de nuestro país?, ¿Cómo traeremos la paz a nuestras calles?», se preguntó al mismo tiempo que trasladaba la cuestión al resto de candidatos. Su respuesta fue esta: «Propongo que comencemos a avanzar en el camino iniciado en Aiete. Veamos cuáles son las responsabilidades que nos atañen a cada uno. (...) El objetivo está claro, la normalización política, y con este objetivo, el objetivo de la paz, es con el que debemos comprometernos. Empezando por una misma».

Y, por ello, Mintegi invitó directamente a Basagoiti, López y Urkullu a «iniciar conversaciones con tres objetivos concretos: comenzar a hablar sin límites y sin condiciones previas; afrontar el conflicto y buscar soluciones conjuntas; y actuar con responsabilidad para intentar la consecución de acuerdos».

Por su parte, Aralar, una de las formaciones que conforman EH Bildu, hizo ayer su valoración de la legislatura que ya concluye en la CAV. Lo hizo por boca de Dani Maeztu en la sala de prensa de la Cámara de Gasteiz. El portavoz parlamentario se centró en valorar la trayectoria del Ejecutivo del PSE, señalando que «López ha liderado el gobierno del fraude a la ciudadanía, que se ha basado en grandes mentiras». En su repaso, destacó que «el PSE pactó con el PP aunque lo negara en numerosas ocasiones, y lo hizo exclusivamente para echar a los nacionalistas del gobierno y aprovechando que hubo una ilegalización de por medio».

Urkullu y Barcina

Siguiendo su tradición, el PNV inició a última hora de la tarde el mitin del polideportivo de Antonianos de Zarautz, donde Iñigo Urkullu apostó por un «cambio de rumbo» y aseguró que tiene un programa electoral «ambicioso» para «sacar» a Euskadi «adelante» en la actual crisis económica, aunque asumió que ello exigirá «esfuerzos adicionales» porque «nada se podrá conseguir sin sufrimiento».

Según trasladó Europa Press, también comentó que es el momento de alcanzar «un gran acuerdo constituyente» para avanzar hacia «una Euskadi como nación europea, cada día «menos dependiente».

Dirigiéndose a la izquierda abertzale, el candidato a lehendakari le instó a que «mire de frente a la sociedad vasca y salga de la burbuja para reconocer el daño causado porque nadie puede hacerlo por ellos».

Mientras tanto, en un hotel de Tutera, Yolanda Barcina era la protagonista del acto de UPN, en el que pidió «esfuerzo» a la sociedad navarra y también a su propio partido para «dar ejemplo» en un momento difícil económicamente, en el que reiteró que apuesta por «buscar el apoyo del PSN» necesario para ejecutar sus iniciativas.

Barcina aprovechó su discurso para aclarar que, en el caso de Iosu Uribetxebarria, UPN «está con el fiscal», que hasta ahora se ha opuesto a la concesión de la libertad condicional.