Madrid crea el banco malo, que deberá ser rentable y vender activos en 15 años
El Gobierno español aprobó ayer su tercera reforma financiera, que entre otras novedades crea un «banco malo», una sociedad que gestionará los activos tóxicos de la banca rescatada y que podrá venderlos en hasta diez o quince años, mientras los compradores podrán recibir ayudas públicas. El texto establece asimismo unos límites a la venta de productos sofisticados, como las participaciones preferentes.
GARA | MADRID
El plan del Gobierno español es diseñar el «banco malo» de forma que resulte «lo suficientemente atractivo para los inversores privados, tanto por su estructura de capital como por su plan de negocio», según fuentes del Ministerio de Economía
El instrumento legal por el que se articulará la sociedad de gestión de activos estará terminado el próximo mes noviembre, por lo que las cuatro entidades nacionalizadas por el Estado comenzarán a traspasar sus activos tóxicos del «ladrillo» a partir de diciembre.
Existe la posibilidad de que, además de los activos tóxicos de Bankia, Novagalicia, Catalunya Caixa y Banco de Valencia, el «banco malo» aglutine activos de otras entidades.
Según explicó ayer el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, tras la reunión del Consejo de Ministros, la reforma financiera nace con el objetivo de ser uno de los «elementos fundamentales para salir de la crisis» y que «no cueste un euro al contribuyente».
El «banco malo», denominación que censuró el ministro al considerar que no será un banco, sino una sociedad de gestión que comprará «activos no tan malos», podrá vender los activos tóxicos de la banca en hasta 10 ó 15 años y tendrá como principal objetivo no incurrir en pérdidas, para lo cual pagará precios muy bajos cuando compre los activos.
Fuentes de Economía aseguran que esos precios podrían ser incluso más bajos que los que tienen provisionados las entidades financieras, de modo que habrá «perspectivas de rentabilidad adecuada» para atraer a inversores privados.
Como contrapartida, los bajos precios -que fijará en última instancia el Banco de España- pueden suponer un «esfuerzo o pérdida adicional» para la banca, aunque matizó que «no puede ser significativa» dados los elevados saneamientos realizados.
El capital inicial será aportado por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) con parte de los 100.000 millones de euros aportados por Bruselas para sanear el sistema financiero, aunque el organismo no podrá alcanzar en ningún caso el 50% de las acciones. Así, en algún momento podría haber mayoría de capital privado, según las previsiones del Gobierno.
El banco malo, que entrará en funcionamiento en noviembre, pagará a las entidades financieras con efectivo, acciones o deuda avalada por el Estado que podrán descontar en el Banco Central Europeo (BCE).
La reforma aprobada ayer cumple los «compromisos» acordados con Bruselas para conceder la ayuda de hasta 100.000 millones de euros al sector financiero y, por ello, en palabras del ministro de Economía, tiene como fin que el coste de la reestructuración y liquidación de entidades sea soportado por sus accionistas y acreedores para «minimizar el impacto en los recursos públicos».
En relación a las participaciones preferentes, el FROB podrá imponer un ejercicio de canje determinado «si considera que la absorción de pérdidas por parte de los acreedores ha sido insuficiente», según detalla el Ministerio de Economía.
Así, el canje de participaciones preferentes de entidades rescatadas se realizará con fuertes pérdidas para el inversor, ya que el Gobierno obligará a valorar estos títulos a precios de mercado con un margen adicional del 10%.
En cualquier caso, Economía avisó de que ese valor de mercado no tiene porqué ser el que reflejen las transacciones de compra-venta, ya que no son representativas en muchos casos.
Por otro lado, también se aumentará la protección de los inversores minoristas para evitar que se vuelva a producir la comercialización inadecuada de determinados productos, como las participaciones preferentes, los bonos convertibles o los pagarés.
El Gobierno tiene intención de que a partir de ahora el ahorro de los ciudadanos se centre en los depósitos, que están garantizados por el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD), por lo que elimina la penalización impuesta el año pasado a las entidades que comercializan depósitos de alta remuneración.
Según De Guindos, se transmite así el mensaje de que «es fundamental que no haya instrumentos que sustituyan a los depósitos» y que lleven a una menor protección de los ahorradores.
Asimismo, la reforma pone coto a las remuneraciones de los responsables de las entidades financieras que necesiten ayuda pública, que bajará así de un máximo de retribución fija de 600.000 euros a 500.000 euros.
La reforma también eleva los requisitos de capital de las entidades, que serán del 9%, frente al 8% exigido para las entidades cotizadas y el 10% para las que tuvieran demasiada financiación mayorista.
El Gobierno ha elevado la capacidad de endeudamiento del FROB, que pasará a ser de 120.000 millones de euros para 2012, frente a los 90.000 millones establecidos anteriormente..
Coste para el contribuyente
La vicepresidenta y portavoz del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, aseguró que la reforma, que fue publicada ayer mismo en el BOE, culmina la reestructuración del sector y se hace con un objetivo «básico y fundamental: que no cueste ni un euro al contribuyente».
Los sindicatos UGT y CCOO salieron al paso de estas declaraciones y coincidieron en que la sociedad gestora de activos «no será inocua» para los ciudadanos y tendrá un coste para los contribuyentes.
«Tal como se ha visto en otros países, los contribuyentes deberán soportar una nueva carga para ayudar a la banca sin que a cambio el sistema financiero frene la caída del crédito que tanto está perjudicando a la actividad económica», señaló UGT en un comunicado.
De su lado, CCOO solicitó que no se engañe a los ciudadanos, al asegurar que «en ningún caso se puede pensar que la operación no tendrá coste para los contribuyentes. De ser así no sería un banco malo», añadió el sindicato.
Por ello, la formación que lidera Ignacio Fernández Toxo reclamó que el precio al que esta sociedad compre los activos tóxicos de los bancos «permita la inmediata vuelta a la normalidad de las entidades, pero también limitar al máximo las aportaciones de los contribuyentes».
Asimismo, reclama que esta sociedad «penalice a los gestores y propietarios de las entidades financieras afectadas, para evitar así la inmoralidad de que se puede hacer cualquier cosa con la gestión de un banco».
Los bancos intervenidos -Bankia, Catalunya Banc, Novagalicia Banco y Banco de Valencia- han perdido en el primer semestre del año 7.542,2 millones de euros, aunque la mayor parte de esa cantidad corresponde a Bankia, nacionalizada en mayo, que tuvo un resultado negativo de 4.448 millones, una de las cifras más altas de la historia empresarial española.
De acuerdo con los datos comunicados ayer, las pérdidas están ocasionadas por el profundo saneamiento al que han sido sometidas y que, en el caso de Bankia, ha apartado unas provisiones de 7.150 millones de euros entre enero y junio, período en el que los clientes han retirado depósitos por una cantidad similar de dinero, cercana a 7.000 millones.
En el primer semestre, Bankia ha cerrado 883 oficinas, el 20% de su red, y ha reducido su plantilla en 4.100 personas, el 17 %.
Por su parte, Catalunya Banc perdió 1.444,2 millones, también por las elevadas dotaciones efectuadas para cubrir su exposición al ladrillo. La entidad, fruto de la unión de las cajas de Catalunya, Tarragona y Manresa, nacionalizada en septiembre de 2011, había ganado 124 millones de euros en el mismo período del pasado año.
Novagalicia Banco registró un resultado negativo de 1.399 millones de euros en los seis primeros meses de este año tras destinar 1.638 millones a saneamiento. Esta cantidad incrementa en nueve veces las dotaciones realizadas en el mismo período del pasado año por la entidad gallega, también intervenida en septiembre de 2011.
Por último, el Banco de Valencia perdió 251 millones de euros frente a las ganancias de 16,7 millones del año anterior. La entidad, intervenida en noviembre, ha destinado 35,1 millones de euros a dotaciones vinculadas con el sector inmobiliario.
Las pérdidas millonarias de Bankia obligaron ayer al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) a aprobar de forma inmediata una inyección de capital que rondará los 4.000 o 5.000 millones de euros, como anticipo de la ayuda financiera del fondo europeo de rescate.
El FROB cuenta actualmente con un patrimonio neto de 4.139 millones de euros, por lo que la inyección a Bankia dejará sus recursos prácticamente a cero.
Al margen de estas entidades, los grupos bancarios españoles obtuvieron un beneficio neto conjunto de 3.196 millones de euros entre enero y junio, lo que implica un fuerte recorte del 51,7% por las dotaciones a provisiones, que ascendieron un 64%. GARA
El ministro de Economía, Luis De Guindos, censuró la denominación de «banco malo», al considerar que no será un banco, sino una sociedad de gestión que comprará «activos no tan malos».
El Real Decreto Ley de Reestructuración y Resolución de Entidades de Crédito entró en vigor ayer mismo, al haber sido publicado en una edición especial del Boletín Oficial del Estado (BOE).
La Comisión Europea (CE) quiere otorgar al BCE el poder único de conceder todas las licencias bancarias en la eurozona, para que no sean los organismos reguladores bancarios de los 17 países los que las entreguen.
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