Fórmula Uno | GP de Bélgica
Solo Button disfrutó del relax en Spa
Dominó desde el inicio una carrera que estuvo marcada por un espectacular accidente que obligó a abandonar a Fernando Alonso.
Imanol CARRILLO
Jenson Button (McLaren) logró ayer una de las victorias más cómodas de su carrera deportiva en la Fórmula Uno. Sin embargo, que nadie se confunda con el nombre del circuito del Gran Premio de Bélgica. Spa -nombre del trazado y lugar de salud que ofrece tratamientos, terapias o sistemas de relajación utilizando como base principal el agua- se convirtió en una trampa infernal para cuatro pilotos nada más apagarse los semáforos.
Eran las 14.05. Después de dar la vuelta de calentamiento, los pilotos situaban los monoplazas en sus lugares correspondientes en la parrilla de salida. Charlie Whiting, director de carrera, inspeccionaba que todo estuviese en su sitio y daba inicio al juego de luces de los semáforos. Unas milésimas antes de que el rojo se apagase, Pastor Maldonado (Williams) se adelantaba y lograba avanzar varias posiciones.
Sin embargo, la acción más espectacular llegó pocos segundos después. Antes de llegar a la primera curva del trazado belga, Grosjean encerraba a Lewis Hamilton (McLaren) contra el muro de la recta principal, lo que provocó que el coche del inglés realizase un trompo con el que embestió por detrás al propio piloto francés, que a su vez se subió por encima de los monoplazas de Sergio Pérez y Alonso.
Las consecuencias fueron evidentes: Hamilton, enfadadísimo, le recriminó la acción al piloto de Lotus; mientras que el mexicano Checo Pérez tuvo que abandonar, al igual que Alonso. Grosjean, por su parte, fue sancionado con una carrera, por lo que no correrá el próximo domingo en el circuito de Monza.
A pesar de este traspiés inesperado, el asturiano mantiene el liderato del Mundial con 24 puntos de ventaja sobre el alemán Sebastian Vettel (Red Bull).
Sin duda, este espectacular y aparatoso accidente fue lo más llamativo de la prueba, ya que el británico Jenson Button (McLaren) se hizo con su primera victoria en Spa-Francorchamps después de dominar plácidamente tanto la carrera como la clasificación del sábado.
Numerosas peleas por detrás
Decidida la victoria del inglés prácticamente desde las primeras vueltas, la emoción se trasladó a la parte perseguidora. Nada más abandonar el safety car la pista debido al incidente, Raikkonen (Lotus), Hulkenberg (Force India), Di Resta (Force India), Schumacher (Mercedes) y Ricciardo (Toro Rosso) ocupaban las primeras posiciones por detrás del piloto de McLaren.
Aún más atrás, Vettel superaba a Felipe Massa (Ferrari) y a su compañero Mark Webber. El germano, bicampeón mundial, se las tuvo que ingeniar durante todo el GP para adelantar posiciones. Y vaya si lo logró. Saliendo desde la décima posición -aunque había logrado el undécimo mejor tiempo el sábado, ganó una posición por la sanción de cinco puestos de Webber-, el pequeño káiser finalizó la carrera en segunda plaza.
Aunque en la vuelta 20 a punto estuvo de tirar por la borda el buen trabajo realizado hasta entonces. Michael Schumacher, siete veces campeón del Mundo, se retiró a boxes para realizar su cambio de gomas, pero arriesgó tanto que casi se toca con el monoplaza de su compatriota.
Y de nuevo fue protagonista el káiser en la vuelta 34. Esta vez se vio superado por un espectacular Kimi Raikkonen en el inicio de la serie de curvas zigzagueantes más famosa del trazado: Raidillon y Eau Rouge.
Los puestos cabeceros no sufrieron cambios de ahí hasta el final, y Jenson Button pudo dar por finalizado el relax de Spa.
Tras el accidente, Alonso, que, debido al accidente perdió la oportunidad de igualar la mejor racha de carreras seguidas puntuando (24) del alemán Michael Schumacher, sigue liderando el Mundial de Fórmula Uno con 164 puntos, declaró lo siguiente después de haber pasado por el centro médico: «Independientemente del resultado que hubiese sido, al ver las imágenes ves que te puede pasar un coche por la cabeza o por las manos o algo; y hubiese sido mucho peor, porque estábamos girando en ese momento. Así que, bueno, dentro de la mala suerte del abandono, la buena suerte es que dentro de cinco días estaré en el coche en Monza».
GARA