Iñaki Lekuona | Periodista
El bien común
Resume el baionarra Michel Camdessus, antiguo responsable del FMI, que uno de los problemas que ha llevado al mundo occidental a caer en el actual abismo económico es que el liberalismo en algún momento de su historia olvidó la noción del bien común. Y que es en estos momentos de crisis cuando con más fe hay que abrazar las enseñanzas de la doctrina social cristiana. Y lo dice alguien que estuvo durante trece años al frente del FMI, una institución que por lo común ha ejercido muy bien la dependencia política y económica.
Pero claro, cado uno entiende a su manera aquello del bien común. Como el coronel retirado Francisco Alamán Castro, que apela a ello para reclamar del Ejército una intervención en Catalunya en caso de independencia. ¿Acaso no advierte negro sobre blanco la exquisita Constitución española en su artículo octavo que las Fuerzas Armadas tienen como misión garantizar la integridad territorial? No le falta pues razón al coronel; así lo manda el bien común.
Si hasta Patxi López lo dice, que estas próximas elecciones lo que está en juego es el Estado de Bienestar, que no es otra cosa que un bien común de sociedad occidental, una condición de privilegio que se nos resquebraja por una crisis que reventó en las finanzas pero que nos ahoga en nuestras casas. Y precisamente alegando ese beneficio colectivo, ese estatus favorable, ese bien común, durante estas elecciones muchos tratarán de demonizar la alternativa, bien por patriotismo español, bien por mantener cuotas locales de poder, bien por conformismo... cuando está claro que la independencia, tanto política como económica, es más bien de sentido común.