Declaraba Nacho González el pasado martes en GARA que su meta es construir un Alavés, sobre todo, fiable. Un equipo que gane en sus buenos momentos y que no pierda en los malos. Obviamente, tal y como reconocía el propio técnico, hay que recorrer camino para que este Alavés sea ese equipo, pero al menos ayer fue capaz de trasladar esos principios al césped: marcó para rubricar sus mejores minutos y supo sufrir cuando apretó su rival.

La recompensa, el triunfo. Segundo en dos jornadas -tercero, incluyendo el de Copa-. Que no es poco, como lo demuestra el hecho de que ningún otro equipo del Grupo lo haya conseguido, lo que lógicamente coloca a los albiazules como líderes en solitario. El Alavés es, además, el único que no ha encajado un solo gol, junto al Amorebieta, en estos 180 minutos.

Tras una última temporada aciaga, el equipo albiazul se reencontraba ayer con su afición. Y lo hizo con ganas de agradar. De ahí que saliese en tromba. Durante diez minutos la Sociedad Deportiva Logroñés pareció noqueada, incapaz de dar la más mínima respuesta a su anfitrión que, aunque algo menos revolucionado, mantuvo el dominio hasta el ecuador del primer tiempo. Curiosamente, lo que no había logrado entonces, el Alavés lo consiguió cuando los riojanos daban ya señales de vida e incluso se atrevían a inquietar a Miguel. Al filo del descanso, Pusón no podía despejar un balón ante el que se estorbaban Jonan y Viguera y Javi Hernández cazaba la pelota suelta para fusilar a placer y a un metro de la línea de gol.

En la reanudación, el Logroñés hizo lo que le tocaba, dar un paso adelante. Y el Alavés también, aprovechar que el partido se abría para buscar la sentencia. Los gasteiztarras, además, se fueron viniendo arriba conforme avanzaban los minutos. Acabaron logrando su objetivo. Justo después de que Manu García estrellara un balón en el lateral de la red, Sendoa deleitó al público con una ruleta dentro del área para deshacerse de la defensa visitante. Su disparo lo enviaba Pisón a córner con muchos apuros. Lo lanzó el propio Sendoa, colocándolo en el área pequeña para que Viguera conectara un cabezazo en el primer palo. Ahí murió el partido.

Remontada del Tudelano

El Tudelano logró su primera victoria del curso en Noja (2-3) en un choque trepidante. Empezaba mal, con el gol de los locales y la expulsión de David Pérez, pero los tantos de Jonathan, Esparza y David Giménez permitieron al cuadro navarro voltear el marcador.

La Peña Sport también sumó su primer punto, al empatar con la Gimnástica (1-1), pero ocupa plaza de descenso por el golaverage. Zubillaga adelantó a los de San Francisco al cuarto de hora y Carlos Álvarez firmó el empate para los visitantes.

Peor fue la cosa para Osasuna e Izarra. El Promesas cayó ante el Racing B (1-2), con goles de Ali por parte rojilla y Quique Rivero y Tato por parte cántabra. El Izarra, que acabó con diez y vio cómo le anulaban un gol en su visita al Teruel (2-1), solo pudo acortar distancias por medio de Ibai, cuando el choque ya estaba sentenciado con los goles de Trujillo y Cameo.

Borja Viguera

El delantero riojano se mostró muy participativo, incomodando a la zaga visitante, siempre en busca del hueco y del desmarque. Destacó ante sus paisanos y puso la guinda a su actuación cabeceando el segundo gol del Alavés.