HACIA LAS ELECCIONES DEL 21 DE OCTUBRE
El elogio de Mintegi a Agirre indigna a la dirección del PNV
La apelación en positivo de EH Bildu a la figura de José Antonio Agirre y su gobierno no ha satisfecho al PNV, sino todo lo contrario. El candidato jeltzale, Iñigo Urkullu, se mostró muy enfadado por la comparecencia de Laura Mintegi y su equipo en el hotel Carlton, que tildó de «insulto», y aseguró que «es mentira» que la coalición vaya a impulsar acuerdos plurales en clave de país. El diputado Aitor Esteban fue más lejos: les llamó «sinvergüenzas» en twitter.
R.S. | DONOSTIA
El PNV ha reaccionado con enfado al acto llevado a cabo por Laura Mintegi y su equipo el domingo en el hotel Carlton de Bilbo, que fue sede del Gobierno de concentración de José Antonio Agirre en 1936 y 1937. Después de un arranque de precampaña oficial en que resultaba evidente el interés del PNV por obviar a EH Bildu y centrar la pugna con el PSE, ayer Iñigo Urkullu tuvo que aparcar esta estrategia para arremeter contra la coalición soberanista y de izquierdas. Le acusó de incurrir en un «insulto» al evocar la figura del lehendakari Agirre, pese a que EH Bildu se refirió al histórico dirigente jelkide en términos muy elogioso. Y yendo ya al fondo del mensaje de Mintegi y sus colaboradores, Urkullu afirmó no creerse que EH Bildu esté comprometida con buscar acuerdos amplios frente a la crisis política y económica.
No obstante, el nerviosismo sembrado en la dirección del PNV por la comparecencia del Carlton y las expectativas electorales de EH Bildu quedó aún más de manifiesto en un mensaje de twitter. Fue difundido en su cuenta personal por el diputado jelkide Aitor Esteban, y reza lo siguiente: «`Bildu aboga por un futuro al estilo del lehendakari Agirre'. Sinvergüenzas! Agirre era PNV y antítesis de la violencia o la imposición». Al margen del exabrupto, cabe interpretar del texto que Esteban considera a Bildu ligado a «la violencia o la imposición».
«Es mentira»
Ya a primera hora de la mañana, el presidente del Euzkadi Buru Batzar, Iñigo Urkullu, expresó indignación por el acto y la imagen del Carlton. En una entrevista concedida a Onda Vasca, calificó como «un insulto» que Mintegi tomara como modelo la actitud adoptada por Agirre para hacer frente a una situación de emergencia, en aquel caso la guerra contra el franquismo.
Argumentó Urkullu en primer lugar que «si algo tenía muy claro» el lehendakari Agirre y el resto de su gobierno fueron «los valores democráticos y los principios éticos», algo que cree que «todavía estar por ver en el conjunto de la izquierda abertzale, o en esta nueva izquierda y abertzale».
Además, manifestó su convicción de que el planteamiento de «gobierno de unidad» lanzado por Euskal Herria Bildu es «una mentira». Mintegi planteó esta apuesta con detalle, recordando la composición exacta de aquel ejecutivo de Agirre, con cuatro cargos del PNV, tres del PSOE y uno de otras cuatro formaciones, entre ellas ANV, fuerza pionera de lo que luego pasaría a llamarse izquierda abertzale.
Urkullu coincide con ella en que «gobierno de unidad fue el del lehendakari, entre nacionalistas y no nacionalistas, entre nacionalistas de diversa ideología y entre no nacionalistas republicanos, socialistas, comunistas». Pero a partir de ahí afirmó que «hoy la izquierda abertzale plantea una alianza en base a claves soberanistas», por lo que, en su opinión, excluye al resto. Las palabras de Urkullu no se corresponden con las de Mintegi, que ha apostado varias veces ya por buscar acuerdos con todas las fuerzas. Es más, quien ha rechazado pactar con EH Bildu son precisamente los que Urkullu definió como «no nacionalistas»: PP y PSE.
«¿Dónde está la coherencia? -prosiguió Urkullu en su alegato-. Es una mentira absoluta. Es la utilización, la manipulación, el aprovechamiento». Además, consideró que plantear «ahora» un gobierno de unidad para «hacer frente a la crisis», cuando considera que la izquierda abertzale no tiene esa posición, constituye «una distorsión absoluta de la realidad, un insulto a lo que fue la historia».
Para López, es un «fake»
El todavía lehendakari y candidato a la reelección por el PSE, Patxi López, también fue preguntado por la comparecencia del Carlton en una entrevista en Radio Euskadi, y al igual que Urkullu afirmó que no considera creíbles los compromisos públicos de Laura Mintegi y el resto del grupo de aspirantes al Gobierno de Lakua.
Para López, la fotografía de todos ellos en el balcón del hotel de Bilbo, emulando la que en su día se hizo el Gobierno de Agirre en el mismo balcón de lo que fue su sede provisional hasta la caída de Bilbo, debe entenderse como «un fake, una foto falsa, casi un chiste».
La comparecencia de EH Bildu en el Carlton fue recogida por casi todos los medios de difusión. Su objetivo, según explicó Mintegi, fue plantear como referencia a «aquel gobierno que trabajó durante nueve meses como un modelo de unidad en una situación de emergencia extrema y en clave de país».
El estado de las cuentas y la tesorería de la Administración autonómica vuelven a ser objeto de controversia y enfrentamiento entre el PNV y el Ejecutivo de Lakua. Por la mañana, el candidato jeltzale, Iñigo Urkullu, pidió someter los números oficiales a una auditoría externa «independiente» para reforzar el «ejercicio de sinceridad» de los órganos internos del Gobierno. Lehendakaritza, que en esta materia parece no estar dispuesto a pasar ninguna alusión, respondió al mediodía con una nota en la que acusa al presidente del EBB de «atacar y desprestigiar la imagen de Euskadi en su afán por desgastar al Gobierno Vasco».
Las mismas cifras dan para interpretaciones contrarias. Según Iñigo Urkullu, los números que la pasada semana ofreció el consejero de Economía y Hacienda, Carlos Aguirre, para tratar de tranquilizar a la ciudadanía demuestran en realidad que el Gabinete López «ha multiplicado la deuda con la que se encontró por diez», por lo que «todavía queda más claro que hay que poner las cuentas en orden». Lakua dice que sus cuentas son transparentes, mientras que «por el contrario, el señor Urkullu nunca ha aportado un dato». GARA
«Constitución española frente a independencia». Estos son, a juicio del PP, los dos proyectos políticos que confrontarán en las elecciones del 21 de octubre. Así lo expresó ayer su secretaria general, María Dolores de Cospedal, al término del Comité Ejecutivo Nacional en el que la formación ratificó a Antonio Basagoiti como su candidato. En la reunión, el PP analizó el «otoño caliente» que se prepara ante el posible rescate global del Estado español y las inmediatas citas electorales, en los tres herrialdes vascos y en Galicia. Tanto al hablar sobre las urnas como al referirse a la crisis sistémica que atraviesa el Estado, la «número dos» del PP no pudo ocultar que el independentismo es una de sus grandes preocupaciones.
Sobre estos comicios, De Cospedal insistió en que la elección estará entre «un Estatuto dentro del ámbito constitucional» y quienes defienden la soberanía de Euskal Herria. «La independencia es lo más opuesto a los intereses de los vascos y de España, que es nuestro país», apostilló, para después aseverar que el PP es el «único garante» para imponer la Constitución en los tres herrialdes.
En clara alusión al PSE, la «número dos» de Mariano Rajoy reiteró que su formación es quien defiende «prácticamente en exclusiva» los principios del unionismo. Así, aprovechó para cargar contra Patxi López, encumbrado al Gobierno de Lakua hace tres años gracias a los votos de la derecha española. Un gesto de «generosidad» que, a su juicio, no se vio compensado por sus antiguos socios en el Ejecutivo.
«Lamento que el Gobierno del PSE no lo hiciese mejor, realizando actuaciones que no han sido las mejores para luchar contra el independentismo», afirmó. Lo que De Cospedal no quiso entrar a valorar fueron las posibles alianzas que surjan después de la cita con las urnas. Y eso que su secretario general en la CAV, Antonio Basagoiti, ya lanzó una oferta a PSE y PNV para formar un frente común frente a los previsibles buenos resultados de la coalición EH Bildu. «No estamos en escenario postelectoral sino preelectoral. Y lo que hay que dejar claro es que votar por el PP es hacerlo por la constitucionalidad y porque dentro del Estatuto quede claro cuál es el marco de convivencia», insistió.
La «número dos» del PP hizo gala de inmovilismo asegurando que no se reunirán con la izquierda abertzale, pese a la legalización de Sortu (algo que también usó para criticar al PSE). Además, hizo referencia a otro de los lastres que podría castigar su campaña: los «hachazos» sociales llevados a cabo por el Gobierno de Madrid. En este sentido, aseguró que no esconderán a Mariano Rajoy durante el proceso electoral y defendió que «lo que está haciendo el PP no es un motivo de ofensa ni da razón para ocultarnos». A. PRADILLA