El fútbol femenino sigue creciendo. En número de prácticantes, pero también en lo que se refiere a su popularidad. Ya el pasado año, el éxito del Mundial de Alemania se dejó notar en la asistencia a los estadios a lo largo de la temporada de la Fraüen Bundesliga. La buena respuesta a la final de la Champions League invita a pensar que ahora puede suceder algo parecido a nivel continental.

Y es que el encuentro que enfrentó a Olympique de Lyon y FFC Frankfurt en Munich estableció un récord de asistencia no solo en la propia competición, sino en el fútbol de clubes en general, con los 50.212 espectadores que se dieron cita en el Olympiastadion. A los que hay que añadir los más de tres millones y medio de telespectadores que siguieron el choque en todo el mundo.

Números que se vieron multiplicados en los Juegos de Londres. El torneo contó con una media de 25.000 espectadores por partido. Ningún estadio registró menos de 10.000 asistentes, ni siquiera en la fase de grupos y hubo tres que superaron los 60.000. El récord, obviamente, se lo llevó la final: la victoria de Estados Unidos frente a Japón congregó a 80.203 espectadores en Wembley.

«El fútbol femenino está creciendo a un ritmo exponencial -aseguraba recientemente el Secretario General de la UEFA Gianni Infantino-, como quedó demostrado con las grandes asistencias y las audiencias que generaron el Mundial del año pasado en Alemania y el Torneo de Fútbol femenino de Londres 2012 este mismo verano. Tenemos que aprovechar este interés en el fútbol femenino. Hay que seguir practicando un fútbol atractivo y mantener el juego limpio».