CRíTICA | Quincena Musical
Que sea hasta pronto
Mikel CHAMIZO
El último concierto de la Bamberg, que clausuraba el festival, tenía como handicap un programa no del gusto de todos aunque extremadamente interesante para los conocedores. Las «Sinfonías para instrumentos de viento» son el particular homenaje de Stravinsky a Debussy y fue muy pedagógico escucharlas en contraste con la segunda parte, dedicada al autor francés. El Orfeón Donostiarra volvió a tener una buena actuación en la equilibrada versión de la «Sinfonía de los salmos» que propuso Nott a continuación. Pero la gran versión de la velada fue «El mar» de Debussy, una música que no siempre casa bien con el sonido orquestal alemán pero que en los atriles de la Bamberg, y en la inteligentísima y apasionada dirección de Nott, fue dibujada de forma sobresaliente.
Intérpretes: Orfeón Donostiarra. Orquesta Sinfónica de Bamberg.
Director: Jonathan Nott.
Programa: «Sinfonías para instrumentos de viento» y «Sinfonía de los salmos» de Stravinsky. «Jeux» y «El mar» de Debussy.