El final de la temporada estival ha vuelto a traer un repunte en la cifra de parados vascos. Así, la lista de desempleados sumó 1.879 personas en agosto, un 14,46% más que un año antes. En total, 208.477 personas están en situación de desempleo en Hego Euskal Herria. Únicamente Nafarroa registró un descenso en el número de parados. Dicho aumento de la población desempleada, aunque habitual en el mes de agosto debido al fin de los contratos estivales, no deja de ser preocupante para la mayoría de los sindicatos, que inciden en que las políticas impuestas por el Gobierno español no hacen más que agravar la lacra del desempleo.

Los datos publicados ayer por el ministerio de Empleo y Seguridad Social constatan que Araba fue el territorio donde más creció el desempleo, con un incremento del 2,63% al apuntarse 653 parados más. Le siguen Gipuzkoa, con un 1,44% más (635 parados), y Bizkaia, con un aumento del 1,15% (1.026). Así, los tres territorios rompen con la tendencia a la baja de los últimos cuatro meses.

Nafarroa fue el único herrialde que registró un descenso en el número de parados, con 435 personas menos en la lista, lo que supone un 0,89% menos sobre julio, si bien en un año la cifra ha aumentado en 6.945, un 16,77% más.

El sector servicios es sin duda el más afectado por la subida del paro. De hecho, son 1.993 las personas que engrosan el número de parados en este sector. Le sigue el sector de la industria con 477 parados más y la construcción con 91 personas más. Solo la agricultura ha visto caer el número de personas en paro con 191 desempleados menos.

En el conjunto del Estado, el número de parados aumentó en 38.179 personas, con lo que la cifra total ascienda ya a 4.625.634 millones. Es decir, que en un año se ha dado un incremento del 11,98%.

Cambio de políticas

A excepción de la Secretaria de Estado de Empelo, Engracia Hidalgo, que vió en dichas cifras un aumento «moderado» del desempleo, la mayoría de sindicatos ven con preocupación unas datos que muestran el agravamiento de la situación de miles de familias.

Todos los sindicatos coincidieron en la necesidad de dar un giro a las políticas económicas y sociales del Ejecutivo español dirigidas a fortalecer el tejido productivo y a crear empleo. Para LAB, estos datos no son más que la confirmación de que las reformas laborales «van dirigidas a facilitar la destrucción de empleo».

ELA, por su parte, incidió en que «las prioridades políticas no están en combatir el paro, en mejorar la situación de las personas, sino en reducir el déficit».

UGT y CCOO también se mostraron preocupados por unos cifras que, según CCOO, «no son más que el preludio de una serie de más malas noticias hasta el final de año».