Había una vez un hermoso vertedero...» pudo empezar el cuento que a los vecinos de Azkoitia se les hizo entonces, hace más de 20 años, cuando su Ayuntamiento comenzó a permutar terrenos contaminados que adquiría a empresas de su entorno por otros terrenos que les vendía para que siguieran depositando sus residuos de plomo... «que crearía empleo y atraería a la industria», siguió contando y mintiendo el cuento.

Y para que mayor fuera el desarrollo y la prosperidad de un vertedero capaz de transformar en beneficios su tóxica inmundicia, además de residuos de plomo, fueron depositándose en el mismo toda clase de letales vertidos hasta convertirlo en el más contaminado del país.

Para que tampoco se perdiera tiempo ni recursos, el Gobierno Vasco, el Ayuntamiento de Azkoitia y sus socios empresarios aligeraron trámites, obviaron medidas, diluyeron responsabilidades, simplificaron tratamientos, silenciaron consecuencias... porque nada debía perturbar el éxito del vertedero y el colorín colorado de un cuento que, felices y a punto de perdices, ya daban por acabado.

Pero ocurrió que las urnas rompieron su costumbre y a quienes desde el Ayuntamiento han malversado el patrimonio municipal e hipotecado su futuro, a quienes desde sus empresas han contaminado el valle poniendo en grave riesgo la salud del pueblo, a quienes desde el Gobierno Vasco han condensado en la misma persona e interés «calidad ambiental» y vertedero... el cuento les tiene reservado otro final, una última y definitiva página que a los vecinos y vecinas de Azkoitia les corresponde escribir.