La oposición al proyecto de quemar residuos en la cementera de Portland en Olatzagutia es un clamor en Sakana y va más allá de las siglas de los partidos. Solo los electos de UPN y del PP se mantienen a favor de la incineradora. Ayer, se emitieron dos comunicados paralelos de rechazo. El primero iba suscrito por representantes de Bildu, Aralar, I-E, y viene firmado también por el PSN en Sakana. El segundo cuenta con el apoyo del «grueso de los concejales» afines a Geroa Bai, según Unai Uhalde, edil jeltzale de Altsasu.

De esta forma, los concejales «independientes y del PNV» de las localidades de Etxarri, Ziordia y Altsasu rompen con la línea mantenida en el Parlamento por Manu Ayerdi, líder del PNV en Nafarroa, y Patxi Leuza (Zabaltzen). Ambos parlamentarios han votado a favor de la incineradora e, incluso, han rechazado mociones presentadas por sus compañeros de NaBai críticas con el proyecto.

El comunicado firmado por el PSN ha ensanchado las grietas en este partido. La dirección se apresuró a desmentir que sus concejales se hubieran posicionado en contra de la incineración y difundieron declaraciones del concejal del PSN en Olatzagutia Juan José Galarza en apoyo del proyecto de la cementera. A este respecto, aclararon que el edil que suscribía las tesis de los opositores, Miguel Ángel Solis, fue expulsado del grupo municipal. En realidad, el asunto es algo más complejo, ya que el tercer concejal del PSN también se encuentra entre los opositores, al igual que ocurre con el único electo que este partido tiene en Altsasu.

Imposición injustificable

Más allá de las tensiones que está generando el proyecto entre las bases y las direcciones de PNV, Geroa Bai y el PSN, los dos comunicados coinciden en que la fórmula que ha elegido el Gobierno de Nafarroa ataca la soberanía del pueblo donde quieren incinerar residuos. Así, el texto que viene avalado por Bildu, Aralar, I-E y el PSN señala que «la imposición de este PSIS supone una agresión a la autonomía municipal y una priorización de intereses económicos privados sobre el bien común de Olazti». Esta declaración conjunta recuerda que el proyecto está aún en el periodo de alegaciones y que vecinos de la zona han presentado escritos a título personal para tratar de paralizar la instalación de los hornos para quemar la basura, que se suman a las alegaciones presentadas desde el Ayuntamiento de Olatzagutia y la Mancomunidad de Sakana. Por otro lado, arremeten contra «el oscurantismo y la falta de información con la que el Gobierno de Nafarroa está gestionando la situación, no teniendo el Ayuntamiento afectado conocimiento alguno sobre el estado de tramitación del PSIS al inicio».

En la nota de prensa enviada por los electos de NaBai del sector de PNV y Uxue Barkos se insiste en que se ha ninguneado al Consistorio y que «no se puede permitir esta forma de proceder. Siempre hemos defendido el respeto a las competencias municipales y a la voluntad de los vecinos de cada municipio». De igual forma, se acusa al Gobierno de opacidad, puesto que no ha notificado si las alegaciones han sido admitidas a trámite o no. En último término, piden que se aparquen de una vez las imposiciones y que se inicie un periodo de diálogo entre el Ejecutivo de UPN y las autoridades locales en busca de un acuerdo capaz de resolver el conflicto.