Para qué cambiar algo cuando todo funciona bien. Es la máxima que se ha aplicado el técnico mallorquinista, Joaquín Caparrós, al firmar un inicio liguero en las antípodas del rojillo. Siete son los puntos sumados por los baleares hasta ahora, unos guarismos que han provocado que el preparador de Utrera ya haya dado con su once tipo.

Osasuna se va a topar con un bloque confiado en sus posibilidades y al que de momento le avalan los resultados. Ubicado en la segunda plaza, el Mallorca ha acometido estos tres primeros partidos prácticamente con el mismo equipo inicial en los tres compromisos.

Así, y continuando con la dinámica de la pasada campaña, Aouate es el elegido para guardar la meta bermellona. La defensa es quizás la línea en la que se pueden observar más cambios, producto de la entrada de algunos hombres de la cantera a quienes Caparrós ha dado galones, y a otros que han llegado en el reciente mercado veraniego.

Ximo Navarro, un producto propio que la pasada campaña jugó cedido en el Recreativo y Córdoba, se ha hecho con el lateral derecho, mientras que en el izquierdo estará un viejo conocido de la afición rojilla, Antonio López, en el que parece su último periplo en la máxima categoría. En el eje de la zaga aparece como un fijo uno de los incombustibles de los últimos años en la escuadra isleña, el luso José Nunes, a quien empezó acompañando en los dos primeros partidos el prometedor Pedro Bigas -debutó en Primera ante Osasuna-, pero que fue reemplazado frente a la Real por el brasileño Anderson Conceiçao, cedido por el Figueirense con opción de compra.

Tres años sin perder

En el doble pivote, las cosas también están claras. Uno de los puestos está ocupado por Tomás Pina, el futbolista salido desde abajo con mayor proyección ahora mismo. El otro por Javi Márquez, llamado a llevar la manija del equipo y comprometido por cuatro campañas, un hombre de ida y vuelta -de los que necesita ahora mismo la escuadra navarra-, y por el que el Mallorca pagó este verano 1,2 millones de euros, además de sumar a esa cuantía la marcha de Sergio Tejera, que regresaba a su casa, el Espanyol.

En las alas, Nsue por la diestra y Pereira por la izquierda se mantienen inamovibles, algo similar a lo que ocurre con las dos puntas de ataque: Hemed y Víctor. El primero es uno de los máximos artilleros en este comienzo de competición -tres goles de los cuatro que ha conseguido el equipo- y ya sabe lo que es anotar en El Sadar, pues marcó sus primeros goles en la Liga española en el estadio iruindarra, donde el Mallorca lleva ya tres campañas consecutivas sin perder. El segundo, con problemas físicos, es la mayor duda visitante para mañana.