La entrada de patrulleras chinas en aguas en disputa eleva tensión con Japón
La tensión en las relaciones entre China y Japón por las islas en disputa que Tokio compró el pasado martes se elevó ayer con la entrada de seis patrulleras chinas en aguas de este archipiélago. Tokio y Beijing se acusa mutuamente de intromisión y de agravar el conflicto.
GARA | TOKIO
Seis patrulleras de China entraron ayer en aguas de las islas que este país se disputa con Japón y provocaron una contundente protesta de Tokio, en el último roce de un conflicto que ha tensado seriamente las relaciones entre los dos vecinos asiáticos.
China sostuvo que la decisión de patrullar las aguas que rodean el archipiélago es «razonable y está totalmente justificada», después de que Tokio comprara el martes los terrenos de tres de los islotes que forman el disputado archipiélago ubicado en la región Asia-Pacífico.
El Gobierno nipón, por su parte, calificó de «extremadamente lamentable» la «intrusión» y presentó una «contundente protesta» al embajador chino en la capital nipona, Cheng Yonghua, informó la agencia Kyodo.
Las patrulleras chinas de vigilancia entraron a primera hora de ayer en aguas territoriales de ese grupo de islas del Mar de China Oriental, conocidas como Senkaku en Japón, Diaoyu en China y Tiaoyutai por Taiwán, que también las reclama.
Acusaciones mutuas
Según la Guardia Costera de Japón, uno de sus buques hizo una señal de advertencia a los barcos chinos, pero éstos respondieron alegando que estaban patrullando territorio chino y pidieron a su vez a los japoneses que abandonaran la zona. Se trata de la primera vez que un número tan elevado de naves chinas entran al mismo tiempo en aguas de las islas en disputa, donde permanecieron cerca de siete horas antes de alejarse de la zona, según las autoridades niponas.
El primer ministro japonés, Yoshihiko Noda, aseguró que su Gobierno tomará «todas las medidas posibles» para garantizar la seguridad en torno a las islas deshabitadas, que se cree cuentan con ricos recursos minerales y están formalmente administradas por la provincia nipona de Okinawa. Beijing, en cambio, mantiene que «la actual tensión entre China y Japón está causada completamente por Japón», según el portavoz chino del Ministerio de Exteriores, Hong Lei, que indicó que Tokio debe «volver a pensar sobre sus decisiones y corregir sus actos» para solucionar el conflicto a través de la vía de la negociación. «La parte china ha tomado medidas razonables y justificadas para defender la soberanía de su territorio y sus intereses», aseguró Hong.
La situación entre los dos países amenazan con poner en peligro las celebraciones por el 40 aniversario de la normalización de lazos bilaterales tras la II Guerra Mundial, previstas para finales de este mes.