Un tribunal juzgará el próximo martes a Wang Lijun, el funcionario que desató el escándalo que costó la caída al exdirigente chino Bo Xilai, por cargos que incluyen la deserción y la aceptación de sobornos. El juicio será abierto al público.

El anuncio se produce apenas una semana después de que la Fiscalía china presentara cargos formales contra el ex «número dos» de Bo Xilai cuando éste era el líder del Partido Comunista chino (PCCh) en Chongqing (centro) y Wang su jefe de Policía. La Fiscalía acusó a Wang de «utilizar la ley para su propio beneficio, deserción, abuso de poder y aceptación de sobornos», e indicó que «las pruebas son concretas y abundantes».

La pena puede ser incluso de cadena perpetua o pena de muerte suspendida, que en la práctica evita la ejecución, como ocurrió en el caso de Gu Kailai, la esposa de Bo, tras ser considerada culpable del homicidio voluntario del británico Neil Heywood.

Wang fue, precisamente, el detonante del escándalo que supuso la defenestración de Bo y la posterior imputación de Gu, después de que el pasado febrero tratase de refugiarse en el consulado de Estados Unidos de la ciudad de Chengdu.