Las intervenciones del BCE, la aprobación del MEDE por parte de Alemania y el nuevo espaldarazo de la Reserva Federal al crecimiento económico empujaron a las compras en la renta variable. De ese modo, los índices han logrado anotarse grandes avances en la semana, sobre todo ayer, cuando se cotizó el generoso programa de compra de deuda de la Reserva Federal. Estas informaciones se vieron apoyadas además con dos buenos datos del otro lado del Atlántico: la fuerte subida en las ventas al por menor de agosto y la mejoría en la confianza del consumidor. Sin embargo, su brillo quedó apagado con el desplome de la producción industrial. En Europa, mientras tanto, se daban los últimos retoques a las condiciones del rescate al Estado español, donde se anunciaban medidas adicionales para reducir el déficit. Por tanto, sesión de euforia a la espera de que se sustancie la ayuda financiera al Estado español para el sector bancario y las propias arcas públicas. El Ibex saltó un 2,75%, hasta los 8.154,50 puntos. En la semana gana un 3,45%, mientras que acumula un avance del 21% desde fin de julio. Esta larga reacción le permite reducir al 4,81% su caída anual. Las subidas de París (+2,27%), Londres (+1,64%) y Fráncfort (+1,39%) fueron inferiores. En el Ibex, sólo cerraron en rojo OHL y Mediaset. Los tres mejores fueron ArcelorMittal (+9%), Sacyr (+7,63%) y Acerinox (+7,15%). Todos los grandes, excepto Iberdrola (+4,53%), sumaron más de un 2%. En París, ArcelorMittal (+9%), Vallourec (+7,23%) y Saint Gobain (+6,70) lideraron los avances. El CAC sube un 10,83% en el año.