El Ibex se hundió ayer en medio de un temporal de malas referencias. Los más preocupante fue para los inversores el drástico salto de la prima de riesgo, otra vez por encima de los 460 puntos, y con una sentido ascendente claro. De algún modo, se produjo un adiós definitivo al llamado «efecto Draghi» del 6 de setiembre. Además, la rentabilidad del bono a diez años sobrepasaba al cierre los 600 puntos con amplitud. Y es que todo se puso en contra del Ibex, desde los datos del interior del Estado español hasta los del exterior. Así, se constató por parte del Banco de España la aceleración en el retroceso económico en el tercer trimestre, mientras que Mariano Rajoy seguía dando largas a su respuesta al rescate bancario. Pero aún sentaba peor la decisión de Alemania, Holanda y Finlandia de cuestionar el acuerdo ya tomado en su momento para que las pérdidas del rescate al Estado español sean asumidas por Europa. En este escenario tenebroso, el Ibex se desplomó un 3,92%, la cuarta mayor debacle del año, para pararse en los 7.854,40 puntos, muy cerca de los mínimos del día. También arreciaron, aunque en menor medida, las ventas en Londres (-1,56%), Fráncfort (-2%) y París (-2,82%). En el Ibex, solo Enagás (+0,06%) esquivó el rojo. El podio de los peores fue ocupado por Acciona (-9,87%), FCC (-9,11%) y Sacyr (-8,98%). Hasta 24 valores bajaron más de un 4, entre ellos, BBVA, Telefónica, Santander e Iberdrola. En París, las mayores caídas fueron para Crédit Agricole (-7,45%), Société Générale (-6,39%), Carrefour (-5,56%) y BNP Paribas (-5,50%). Ningún valor acabó al alza.