La discusión sobre la participación en la huelga general de ayer con gobiernos y patronal se antoja estéril, más aun teniendo en cuenta los abusivos servicios mínimos impuestos por las administraciones o el grado de coacción al que están expuestos cada vez más trabajadores. Al igual que en las anteriores, la principal preocupación no solo de la patronal, sino también de los gobiernos de Gasteiz e Iruñea ha sido, significativamente, minimizar la participación en ella. No es preciso entrar en esa discusión, porque las imágenes que ayer ofrecían ayer las calles de Hego Euskal Herria resultaban suficientemente elocuentes, en mayor o menor medida, del éxito de la jornada de huelga general.

Las movilizaciones supieron recoger y reflejar el malestar y el hartazgo de la sociedad vasca masiva y enérgicamente. La de ayer fue la quinta huelga general en tres años y segunda en este, lo que revela la gravedad de una situación que afecta cada vez a más personas. Precisamente por ello, no se debe caer en la autocomplacencia y ver la huelga de ayer como un objetivo cumplido, sino como un instrumento para avanzar hacia el objetivo de parar y superar la ofensiva de quienes solo en días como ayer se acuerdan del derecho al trabajo que ellos siempre deberían garantizar. Ayer había más motivos que nunca para salir a la calle, pero esos motivos siguen existiendo al día siguiente. Es preciso convertir ese malestar y ese hartazgo popular en un ariete contra un sistema cada vez más injusto y una clase política a su servicio incondicional. Cuando ha quedado más clara que nunca la necesidad de una alternativa a ese sistema, supone un gran reto plantear y demostrar la capacidad de llevar adelante esa alternativa.

La lucha por los derechos arrancados a costa de mucho sufrimiento, por un marco propio de relaciones laborales, contra la evidente y creciente injusticia no ha terminado. El de ayer fue un paso, aun insuficiente, si bien dejó claro cuál es el camino: uno de los gritos más coreados en la jornada de ayer fue «borroka da bide bakarra».