La última cena
«Bypass»
Koldo LANDALUZE
En esta su segunda colaboración detrás de la cámara, el dúo formado por Aitor Mazo y Patxo Telleria han llevado a cabo una muy saludable comedia romántica cuyos engranajes dramáticos funcionan a la perfección. En las entrañas de “Bypass” se funden las características y enredos legados por los grandes clásicos y la frescura de las propuestas más actuales. Todo ello cobra forma a lo largo de un metraje cuyo ritmo está muy bien calibrado y en el que los intérpretes funcionan a la perfección dentro de sus respectivos roles.
Gorka Otxoa vuelve a demostrar su pericia a la hora de adentrarse en el género de la comedia bordando el rol del tipo simpático, otrora donjuán, cuya rutina sentimental y cotidiana salta por los aires cuando decida ejercer de buen samaritano y su vida se convierta en una especie de bifurcación Barcelona-Bilbao en cuanto sacuda los cimientos emocionales de una amiga a la que quedan pocas horas de vida. El resto es mejor no narrarlo porque en su prolongación -compleja a la hora de darle una forma medianamente creíble- reside buena parte del magnífico crescendo que Mazo y Telleria han sabido dotar a una trama que adquiere su mejor y más esperado momento en la madre de todas las cenas navideñas.
Es en esta escena donde los autores de “El inventor de nubes” –quizás influenciados por su vertiente teatral– han apostado por el riesgo a la hora de crear un encadenado de situaciones y enredos tan divertidos como sugerentes. Sería injusto no subrayar la labor de un reparto coral que ha sabido plasmar la alegría vital que emana del guión.