60 DONOSTIA ZINEMALDIA
«Sistiaga es un agitador, una persona muy libre»
Director de cine
El realizador Josu Venero decidió filmar «En un paisaje imaginado» tras finalizar una serie de documentales sobre varios artistas vascos para ETB. Al conocer el trabajo de Jose Antonio Sistiaga sintió que debía profundizar en su vida y surgió la idea del largometraje. La última proyección de su película en Zinemaldia será esta tarde, a las 16.00 en los cines Antiguo Berri.
Nagore BELASTEGI | DONOSTIA
Josu Venero conoció a Jose Antonio Sistiaga en Zinemaldia, hace 27 años. Ahora presenta en Donostia La película sobre este artista que, a pesar de su avanzada edad, «no se plantea jubilarse».
¿Qué podemos ver en el film?
Pretendo contar la historia de un artista vasco, de 80 años, que lleva 50 en el mundo del arte. Es un viaje a lo largo de su trayectoria artística; trabaja también el mundo del cine y es uno de los pocos en el mundo que hace películas sin cámara, pintando sobre negativos. Pero creo que lo más interesante es su parte vital. Tiene 7 hijos y está muy involucrado con su educación.
¿Cómo de importante es para nuestra cultura?
Fue uno de los fundadores de la escuela vasca. A Sistiaga se le ocurrió la idea y habló con Oteiza, que era el «padre espiritual» del grupo y fundaron la escuela. Es un agitador. Además es interesante porque forma parte de una generación que es muy diferente a cómo es el arte ahora. Nunca ha pedido ayudas institucionales, no le interesan los ministerios, es un autodidacta. Es una persona muy libre.
¿Qué se enseña en esta historia que no se sepa ya?
Su vida. Sistiaga decide dar la vuelta al mundo para pintar y se lleva a su hijo Gorka de 14 años con él. Le saca del colegio y se tiran dos años viajando por el mundo. Contamos con filmaciones suyas, propias y privadas. Esas películas sirven a modo de cuaderno de viaje. En el año 72 Juan Huarte, el último mecenas, financió y organizó los encuentros artisticos de Pamplona. El único documento que existe de este hecho es una película que grabó Sistiaga.
Tenía una forma de enseñar diferente...
Su sistema era aprender de la vida. Me contó que a su hija le gustaba el piano. Así que con 9 años le sacó de la escuela para que aprendiera a tocar. Estuvo seis años en el Orfeón Donostiarra y ahora da clases de piano. Lo que no quería era que fuera a estudiar cosas que no le interesaran, para que por la tarde, cuando estuviera cansada, se pusiera con el piano. Y su hijo aprendió más en el viaje que en el colegio. Ahora es corresponsal y se dedica a viajar por todo el mundo.
Este es un film muy intimo...
Por eso se llama «En un paisaje imaginado»: Ves su casa, su estudio, el espacio donde él pinta. La música, que es de Wim Mertens, influye mucho. Le mandé un fragmento de la película para poder utilizar una canción suya, y a él le gustó tanto que se ofreció a hacer la banda sonora.