Amparo LASHERAS | Periodista
Siempre tuvimos razón
En estos momentos pienso que la Historia nos está sobrepasando, que los cambios se nos vienen encima, nos atropellan y nos dejan sin capacidad de reacción para enderezar el timón de los análisis de coyuntura que tanto preocupan al quehacer político. Quizás se deba al desconcierto o la soledad de una incomprensión colectiva que ve cómo los acontecimientos le dan la razón sin siquiera nombrarle, ni reconocer la buena lógica de sus discursos. El martes, Artur Mas, presidente de la Generalitat, a causa de sus desacuerdos con el Gobierno español por el pacto fiscal, convocaba elecciones para noviembre y aseguraba que en una próxima consulta, legal o no, unilateralmente, el pueblo catalán decidirá sobre su independencia, provocando con ello las reacciones más airadas y casposas del nacionalismo español. En las mismas horas, en Madrid, varios miles de hombres y mujeres de otros pueblos del Estado intentaban rodear el Congreso de los Diputados para mostrar su rechazo y denunciar las políticas neoliberales del Ejecutivo de Rajoy. La respuesta policial fue tan brutal y desmedida como durante años lo ha sido en Euskal Herria contra la izquierda abertzale por exigir la independencia y un cambio social que convirtiera la sociedad vasca en un lugar de todos y más justo para vivir. Años de lucha, criminalización y desprecio ideológico por defender lo que hoy se reconoce como propuestas razonables... y nadie nos nombra, ni siquiera nosotros mismos. Independencia y cambio social, dos ideas que en este tiempo de desvergüenza económica han entrado en el debate de la crisis y de la revisión institucional del Estado y se entrecruzan en la preocupación de una España moribunda que se desgaja política, económica y socialmente. Independencia y cambio social nuestro reto, nuestro proyecto. Siempre tuvimos razón. Y hoy hasta la Historia nos obliga a creerlo.