Las fuerzas keniatas atacan el puerto somalí de Kismayo para expulsar a los shebab
GARA |
Las fuerzas keniatas lanzaron ayer un asalto masivo sobre el puerto somalí de Kismayo, sin conseguir llegar a controlarlo. Los combates continuaban a última hora del viernes en los suburbios de este último bastión de los islamistas shebab
Aunque por la mañana un portavoz del Ejército keniata, integrado en la fuerza de la Unión Africana desplegada en Somalia (Amisom), aseguró haberlos expulsado, la ciudad permanecía aún bajo control de las milicias shebab. Un habitante de Kismayo indicó en la tarde de ayer que «los feroces combates cerca de la ciudad han bajado de intensidad y los aviones ya no lanzan bombas». Añadió que había víctimas civiles sin poder precisar el número. Los combates tenían lugar en torno al antiguo aeropuerto de la ciudad.
Según varios testimonios las tropas keniatas desembarcaron por la noche en dos barcos en una playa cercana.
El jefe de la Amisom, el general ugandés Andrew Gutti, indicó que las tropas de la UA habían conseguido rodear la ciudad, después de haber afirmado que habían entrado en la misma. También hubo intensos combates en Birta-Dher, una ciudad a 50 kilómetros de Kismayo, conquistada a mediados de mes por el contingente keniata de Amisom, según fuentes militares somalíes.
Contraataque
Los shebab desmintieron la caída de Kismayo y la entrada de las tropas keniatas en la ciudad. «Desde su llegada, el enemigo no ha progresado ni un kilómetro. Están rodeados por los mujahidines», afirmó un portavoz militar de las milicias, Abdiaziz Abu-Musab.
El portavoz de los shebab, Ali Mohamud Rage, afirmó que los combatientes islamistas iban a a aprovechar la noche para rechazar el asalto, «porque no podrán contar con el apoyo de sus aviones».
El ejército keniata entró en Somalia en octubre de 2011, con el objetivo de tomar Kismayo, en el marco de la guerra contra los shebab que combaten contra las frágiles instituciones somalíes. El contingente keniata se integró en la Amisom, que apoya a las débiles fuerzas gubernamentales, al igual que tropas etíopes.
Desde que fueron expulsados de Mogadiscio, los shebab han sufrido una serie de reveses militares y han perdido varias de sus posiciones. El puerto de Kismayo, al sur del país, constituye su último gran bastión, aunque controlan vastas partes del sur y el centro del país.